Los paneles solares parecían tener los días contados con la aparición de esta sorprendente esfera capaz de convertir la luz de la Luna en energía. El impacto fue fatal y el sector energético se hizo más de una pregunta. Ahora han descubierto otro problema aún sin solución que podría acabar definitivamente con las instalaciones de placas solares urbanas.
Hasta ahora, los paneles solares se han visto como grandes aliados para ahorrar electricidad. Una alternativa magnífica para producir energía limpia en casa y ahorrar dinero a largo plazo. La energía solar es sumamente beneficiosa para el medio ambiente y, además, es infinita, lo que la transforman en una de las energías más trascendentales del momento.
Permite ahorrar energía, emitir cero emisiones contaminantes, usar un tipo de energía renovable sostenible, disponible en todo el planeta y libre de ruido. Sumado a esto, es compatible con otros tipos de energía y no necesita de mucho mantenimiento. Aún con todas estas ventajas, tiene por delante un problema que, de no encontrar solución, inhabilitaría su uso.
El gran problema de los paneles solares: podrían desaparecer de las ciudades
Un estudio recogido en Nature Cities titulado “Rooftop photovoltaic solar panels warm up and cool down cities” (traducido: “Los paneles solares fotovoltaicos en los tejados calientan y enfrían las ciudades”) reveló que los paneles solares impulsan el calentamiento de las ciudades.
Según los investigadores, esto sucede porque las placas solares ubicadas en los techos absorben más calor del Sol, subiendo la temperatura entre 1 y 1.9 grados centígrados. Dicho incremento genera modificaciones en el contexto atmosférico próximo al suelo. Asimismo, puede generar cambio en la capa de la atmósfera y el comportamiento de las brisas marinas.
Los paneles solares aumentan la temperatura de las ciudades del mundo
Este fenómeno se ha agregado al efecto denominado “isla de calor”, que tiene lugar cuando la temperatura de las ciudades supera la de las zonas rurales cercanas. Los expertos que trabajaron en el informe realizaron una comparación de temperaturas entre las ciudades de Sidney, Austin, Atenas, Bruselas y Calcuta.
En su análisis, consideraron sus políticas de gestión para instalar paneles solares en techos. Bajo estas circunstancias, determinaron que los paneles solares capturan hasta el 90% de la energía solar, pero únicamente el 20% llega a ser electricidad. El 70% que sobra fomenta el calentamiento.
El calor subió 1.9 grados centígrados en Sidney, 1.8 en Austin y 1.5 en Calcuta. En contraposición, durante el horario nocturno, los paneles solares contribuyeron a la baja de temperatura, ya que el calor acumulado se disipa más rápido. Así fue el escenario observado en áreas como Bruselas o Atenas, donde el calor disminuyó 0.3 y 0.4 grados centígrados, respectivamente.
Los investigadores analizaron placas solares instaladas en techos y su impacto en el microclima urbano. Para efectuar esta analítica, crearon una herramienta avanzada de predicción de clima, que coordinaba datos sobre el consumo energético de los edificios y cómo incide en el escenario urbano.
¿Cuál es el problema de instalar paneles solares en las ciudades?
Pese a que los paneles solares funcionan de forma más óptima al obtener más radiación, su rendimiento baja cuando la temperatura sube demasiado (es decir, cuando hace más calor). Por este motivo, el incremento de temperatura en las ciudades supone un reto para la eficiencia de los paneles solares.
Teniendo en cuenta este contexto, emerge la duda sobre qué solución podría ser más propicia: la implementación de placas solares en tejados o la instauración de parques solares. Ambos métodos entrañan inconvenientes, ya sea de eficiencia, impacto térmico o uso del suelo. Así las cosas, se torna necesario analizar cada caso en detalle, considerando todos los parámetros presentes.
Los paneles solares podrían desaparecer de las ciudades por culpa de este problema sin solución. Mientras los expertos tratan de encontrar respuesta a este enigma, otros agentes del sector energético miran hacia una nueva y eficiente alternativa de energía solar: esta flor fotovoltaica de 6.200 kWh.