Los paneles solares podrían llegar a su fin con la llegada al sector energético de unas baldosas que producen energía cuando las pisas. El material microscópico capaz de producir energía con la luz logró captar la atención de los expertos, un fenómeno que vuelve a repetirse con estas baldosas que podrían ser justo lo que estamos buscando para satisfacer la creciente demanda energética.
Aunque hace un largo tiempo que el ser humano utiliza fuentes renovables para abastecerse, hasta ahora se han combinado con diferentes formas de obtención contaminantes que involucraban combustibles fósiles. Ambas vías han sido eficientes y han logrado los objetivos, pero el problema radica en la fuerte huella ambiental que dejan los fósiles.
La actividad humana tiene mucho que ver en el avance del cambio climático y el calentamiento global, por lo que la emergencia climática obliga a diferentes naciones y compañías a sustituir los combustibles fósiles por fuentes de energía renovables.
Es decir, el mundo atraviesa por una profunda transición energética, con tratados internacionales de por medio donde existe el compromiso de dejar de lado los fósiles por fuentes de energía más limpias. Durante un largo tiempo, los paneles solares y los aerogeneradores han sido los dispositivos más famosos asociados con las renovables, pero eso podría estar a punto de cambiar con estas baldosas.
Los paneles solares son historia con la aparición de estas baldosas
En el verano de 2012, los visitantes de Londres visualizaron una nueva e innovadora forma de crear energía que hoy podría tomar un lugar protagonista: unas baldosas que crean energía con pisadas humanas. Fueron ubicadas en el centro comercial más grande de Europa. Situaron 20 baldosas verdes en el exterior del Westfield Stratford City, cerca del estadio Olímpico de Londres.
Aunque lo pareciera a simple, estas baldosas no eran decorativas, sino un diseño especial para obtener energía proporcionada por los 40 millones de peatones que se calcula que pasearán por la zona ese año, produciendo cientos de kilovatios por hora de electricidad. Su paso por la zona en la que están las baldosas permitió el encendido de la mitad de la iluminación exterior del centro comercial.
La fabricación de las baldosas estuvo a cargo de Pavegen Systems, una nueva compañía inglesa lanzada en 2009 por Laurence Kemball-Cook, un ciudadano de Londres de 26 años que comenzó a gestar la idea cuando todavía estudiaba diseño industrial y tecnología en la Universidad de Loughborough.
Las baldosas, de 45×60 centímetros, fueron creadas para áreas con gran afluencia de personas, como estaciones de tren, metro, autobús, aeropuertos, colegios y centros comerciales. La energía provocada por las millones de pisadas de estas zonas pueden derivar en varias aplicaciones, como la iluminación de señales, anuncios digitales o zonas Wi-Fi.
Para esa fecha, Reino Unido y Europa ya habían sido testigos de casi 30 proyectos de la empresa, algunos permanentes y otros temporales. Cuatro de estas baldosas, situadas en la Simon Langton Grammar School for Boys, cerca de Canterbury, logran energía de las pisadas de 1.100 estudiantes para que el pasillo permanezca iluminado. Igualmente, han sido muy útiles en festivales de música para cargar teléfonos móviles y encender luces de tecnología LED.
Las baldosas que crean energía dejan a los paneles solares fuera de la carrera
En 2012, Pavegen se asoció con Siemens para la instalación de baldosas en la Federation Square de Melbourne, Australia. Entre sus planes estaba una estación de tren en Londres y un centro comercial de Atenas. Estados Unidos ha manifestado un creciente interés por esta tecnología, razón por la que varios colegios ya se plantean la instalación de baldosas y Kemball-Cook confirma que las agencias del gobierno se mostraron interesadas.
En definitiva, las pisadas humanas tienen un gran potencial para producir energía, tanta que podría dejar de lado los tradicionales paneles solares, una sentencia a muerte que ya se vaticinaba con la aparición de las esferas fotónicas.