El biogás es una energía renovable que se obtiene a partir de diversos tipos de residuos y que permite generar electricidad, calor o biometano. Además, este tipo de energía se puede usar en el consumo eléctrico, canalizarla en una caldera adaptada e inyectarla en la infraestructura de gas natural.
De esta manera, se trata de una alternativa más para acelerar la transición energética, con el fin de avanzar hacia un desarrollo sostenible que la Unión Europea viene marcando ya desde hace algunos años.
Es así una gran solución para sustituir las fuentes de energía no renovables más tradicionales y cuyo uso está más extendido. Y es una de las opciones de generación basada en la economía circular que se ha implementado en Castilla y León.
Biogás a partir de residuos
Castilla y León genera unos 35 millones de toneladas de residuos al año que pueden ser tratados en plantas de biogás, una cantidad suficiente para atender la demanda que requerirán los proyectos de este tipo de instalaciones de producción energética que se impulsan en la comunidad autónoma.
Esa idea la ha transmitido a los periodistas el director general de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental de la Junta de Castilla y León, José Manuel Jiménez, minutos antes de participar en la jornada ‘Impulso Verde: Biometano y Desarrollo Territorial‘ organizado por el diario La Opinión-El Correo de Zamora.
Al acto han asistido tanto promotores de plantas de biometano en Castilla y León como miembros de organizaciones agrarias, cargos institucionales y representantes de colectivos ciudadanos que se oponen a este tipo de instalaciones.
Con motivo de ese foro de debate, la federación ‘Zamora en pie’ y la plataforma Stop Biogás Zamora han convocado una concentración que ha reunido a medio centenar de integrantes de colectivos ciudadanos que rechazan este tipo de instalaciones, mientras que una representación de la plataforma Stop Biogás ha asistido a la jornada.
Jiménez ha indicado que las empresas que promueven las plantas de biometano, que realizan inversiones cercanas a los 25 millones por proyecto, no impulsan esos proyectos industriales energéticos por la expectativa de posibles macrogranjas que puedan instalarse en un futuro en los territorios en los que se implantan, sino porque ya existen residuos suficientes para la actividad que desarrollan.
De hecho, esos 35 millones de toneladas anuales residuos que se generan en Castilla y León son «suficientes para atender el despliegue» de plantas de biogás y, entre todas ellas, no van a ser capaces de atender todos esos residuos, ha sostenido. Ha recordado además que la normativa que rige los procedimientos para autorizar este tipo de instalaciones es «muy larga y muy prolija», está establecida por la UE y se aplica en todas las comunidades autónomas.
El biogás y las macrogranjas
Jiménez ha agradecido la celebración de foros de debate como el de este miércoles, que permiten explicar «con rigurosidad» lo que es una planta de biogás, los procesos que utiliza, cómo trata la materia orgánica y «en qué contribuye a una gestión más ordenada y razonable de los residuos ganaderos«.
A la entrada a la jornada, algunos de los asistentes han sido abucheados por los manifestantes de las plataformas contrarias a las plantas de biogás y se han intercambiado conversaciones de cierta tensión como la que mantuvo el alcalde de San Cebrián de Castro, Javier Aguado, con miembros de la plataforma contraria al proyecto de biogás promovido en ese municipio.
Al respecto, el alcalde ha asegurado que da la cara y que en una reunión de los opositores al proyecto acudieron casi un centenar de personas pero solo una docena eran empadronados en el municipio mientras que los manifestantes han sostenido que eran mayoría los contrarios a ese proyecto de biogás. EFE / ECOticias