Las organizaciones ecologistas dan sus 5 argumentos y razones por los que consideran necesario un sistema energético que sea 100% renovable, ante sucesos como el apagón del otro día que dejó un escenario de varias horas sin electricidad ni conexiones.
«Un sistema 100% renovable es posible y económicamente viable. Es más, lo necesitamos ya si queremos evitar otro apagón y un futuro repleto de desastres climáticos«, recuerdan estas organizaciones medioambientales como reflexión tras el apagón que tuvo lugar el pasado lunes 28 de abril.
Seguridad e independencia energética, estabilidad y fiabilidad, precio, riqueza y justicia social y freno al cambio climático son las razones por las que apostar por un sistema eléctrico centrado 100% en energías renovables, alternativas y más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
«Las 5 razones por las que necesitamos un sistema energético 100% renovable»
Después de lo del otro día, de varias horas sin electricidad ni conexiones y sin saber qué estaba ocurriendo, es justo y necesario decir que no se quieren vivir más “momentos históricos” aseguran estas organizaciones. Al menos, no de este tipo. Toca poner soluciones. «Por eso, hoy no venimos a explicarte por qué un sistema 100% renovable es posible y económicamente viable, eso ya lo hicimos en 2007; venimos a contarte por qué lo necesitamos ya si queremos evitar otro apagón y un futuro repleto de desastres climáticos. Aquí nuestras cinco razones incontestables», anticipan:
- Seguridad e independencia energética: «En el gran apagón pudimos comprobar, de nuevo, que nuestra seguridad tiene más que ver con la resiliencia de nuestra infraestructura energética y de transportes, o con evitar los peores efectos del cambio climático (inundaciones, incendios, olas de calor, …) que con la compra de armamento o municiones. Cada euro invertido cuenta y hoy es momento de recordar que la mejor política de defensa es un sistema energético accesible, asequible, distribuido, justo y renovable, que garantice el suministro suficiente para una vida digna y contribuya a frenar el cambio climático, la principal amenaza de nuestro tiempo«.
- Estabilidad y fiabilidad: Uno de los argumentos más utilizados en contra de las renovables es su variabilidad, pues la producción de energía de fuentes como el sol o el viento no es constante, sino que depende de condiciones meteorológicas cambiantes. Ante esto, estas organizaciones recuerdan que no todas las renovables son variables. También hay renovables gestionables (en jerga, despachable) como la hidráulica, la solar termoeléctrica con almacenamiento, la geotérmica o la biomasa sostenible que acompañan a las fuentes variables.
- Precio: Diversas entidades ecologistas y otras instituciones, como la Universidad LUT de Berlín, demostraron hace ya varios años que un sistema 100% renovable puede ser más barato que uno que incluye combustibles fósiles y energía nuclear tal y como ocurre ahora. Esto se debe a la disminución de los costes de las tecnologías renovables y a la eliminación de aquellos asociados a la extracción e importación de combustibles, entre otras cosas. En España, además, se podría reducir la demanda de energía a la mitad respecto a la actual, garantizando los mismos servicios. La disminución de la demanda energética y de productos innecesarios juega un rol fundamental para maximizar el ahorro que aportan las energías renovables.
- Riqueza y justicia social: La transición a un sistema 100% renovable, flexible y justo para satisfacer los servicios necesarios para sostener una vida digna para todo el mundo, impulsa la innovación tecnológica, la creación de nuevas industrias y la generación de empleos en el sector de las energías renovables. Pero también abre la puerta a una mayor democratización de la energía, de forma que las personas participen más directamente en las decisiones relacionadas con para qué, para quién y cómo se genera la energía.
- Freno al cambio climático: La transición a un sistema energético 100% renovable, flexible, justo y suficiente para garantizar una vida digna para todas las personas supone la drástica reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, crucial para combatir el cambio climático. La actual situación de emergencia climática que atraviesa el mundo, con temperaturas anormalmente elevadas e incendios cada vez más intensos, evidencia la necesidad de actuar con urgencia y ambición. La vida y la salud de millones de personas en todo el mundo están en juego.