La Tierra está frente a un fenómeno sin precedentes: está escupiendo toneladas de metales preciosos. Constituye una fortuna incalculable que alcanza para todos. Los metales preciosos, como oro, plata o platino, han fascinado al ser humano desde hace siglos. Su valor va más allá de las culturas, civilizaciones y épocas.
Los metales preciosos han estado presentes en la sociedad desde la irrupción de las primeras civilizaciones. Hace más de 5000 años, los antiguos egipcios ya se dedicaban a la extracción de oro. Lo usaban para la confección de joyas y adornos funerarios. Los sumerios y fenicios también lo utilizaban como moneda de intercambio.
El oro y la plata, particularmente, llegaron a convertirse en un estándar de valor. Su escasez de carácter natural, combinada con una demanda constante, incentivó su estatus de reserva de valor, una función que aún conserva la economía moderna. Por la naturaleza trascendental de los metales preciosos, lo que está sucediendo en la Tierra es un precedente.
Advierten sobre lo que está pasando en la Tierra con los metales preciosos
Tras saberse sobre la existencia de metales preciosos en los residuos, ha salido a la luz lo que está pasando con la Tierra y estos recursos. Han hallado indicios de que el núcleo de la Tierra está liberando metales valiosos en los volcanes de Hawái. Lo sucedido lleva el sello de un equipo de investigadores de la Universidad de Göttingen.
Entre ellas, hay oro y rutenio. Los detalles del estudio se publicaron en la revista Nature. Le abre la puerta a un nuevo contexto sobre la circulación de materiales en el interior terrestre. Está basado en el estudio de basaltos recolectados en diferentes islas del archipiélago del Pacífico.
En dichas muestras, se detectó la presencia anómala de rutenio-100, un isótopo más abundante en las profundidades del mundo que en su superficie. Esta evidencia sugiere que parte del magma proviene del límite existente entre el núcleo y el manto, a más de 2900 kilómetros bajo el suelo.
A través de una nota de prensa, Nils Messling, geocientífico principal del estudio, dijo: “Literalmente dimos con el oro”. El equipo manifestó que, hasta ahora, las diferencias entre isótopos de rutenio presentes en el núcleo y los que se ubican en el manto no podían percibirse.
Mediante una nueva técnica de estudio isotópico, los investigadores han distinguido ambos orígenes con impoluta precisión.
Brotan metales preciosos de la Tierra: el tesoro que la humanidad no sabía que necesitaba
Estas filtraciones se generarían cuando gigantescas cantidades de material sobrecalentado (calculadas en cientos de cuatrillones de toneladas) suben de las profundidades. Al hacerlo, se crean islas volcánicas como Hawái.
Sería un procedimiento activo que pone de manifiesto que el núcleo no se trata de una estructura 100% aislada, como se creyó hasta hace muy poco. Décadas atrás, se teorizó que el núcleo terrestre alberga casi el 100% del oro del mundo, además de cifras considerables de platino y rutenio.
No obstante, la presencia de este tesoro geológico se creía inaccesible a causa de su profundidad extrema. El informe de estos expertos comprueba que, en ciertas condiciones, una parte de estos metales puede escaparse hacia la superficie por medio de procesos volcánicos.
Matthias Willbold, geoquímico y coautor del artículo, expuso que pueden demostrar que “enormes volúmenes de roca del manto, con origen en la frontera núcleo-manto, emergen para formar archipiélagos oceánicos”.
La Tierra está “regalando” metales preciosos
Sus afirmaciones consolidan la idea de la existencia de un canal de transferencia de materiales entre capas. Este podría haberse activado en diferentes épocas geológicas. Además del impacto científico, este hallazgo brinda una nueva visión acerca de los sistemas internos de la Tierra.
Las cantidades interceptadas de metales preciosos no son muy elevadas, pero su ubicación y origen reinterpretan la manera en la que creíamos comprender la conexión entre las capas internas de la Tierra.
La Tierra está escupiendo toneladas de metales preciosos, por lo que los volcanes oceánicos podrían transformarse en una fuente de información clave para estudiar el núcleo. Al mismo tiempo, se ha informado de que se está desarrollando “algo” para ir hasta el núcleo de la Tierra si hace falta.