“Mientras en algunas comunidades autónomas se está pidiendo que el silvestrismo se legalice, otras lo han prohibido, por considerarlo una agresión directa a la biodiversidad y al Medio Ambiente y por temor a represalias de parte de la UE, que pretende que para 2018 esta práctica sea definitivamente desterrada en todos los países de la comunidad.”
¿Qué es el silvestrismo?
Se le llama silvestrismo a una práctica muy común en toda España de cazar aves silvestres de determinadas especies, hábiles en el arte canoro, con el fin de adiestrarlas y criarlas, para luego presentarlas en competencias que se celebran a nivel local y nacional.
Las aves que se capturan son las de las familias llamadas fringílidos y entre ellas destacan el pinzón vulgar, el jilguero, el pardillo común, el canario, el verdecillo, el camachuelo, el lúngano y verderón.
Existen varios métodos de caza en el silvestrismo, como son la liga (o liria) que es una sustancia chiclosa que se unta en las baretas (palos cruzados), colocadas en arbolillos artificiales con pájaros de reclamo cercanos para que atraigan a las presas o directamente con redes o jaulas de captura.
A favor y en contra
Los defensores de esta práctica sostienen que es una tradición milenaria que se remonta a la antigüedad y que se practica sin dañar a los pájaros, pero sus detractores estiman que no es justo enjaular a un ave por el placer de los humanos de oír su canto y que es una agresión al Medio Ambiente y a la biodiversidad.
La mayor amenaza que pesa sobre el silvestrismo proviene de las autoridades de la UE, que inició varios expedientes que apuntaban a la desprotección de estas aves en varias comunidades españolas y que pretenden la desaparición de esta práctica en 2018, en toda la Comunidad.
En 2016 se abrió un “Procedimiento de Infracción” contra España, (el paso previo a una denuncia ante el tribunal de Luxemburgo) con el fin de investigar si estas capturas de pájaros vivos vulneran de alguna forma, las directivas europeas de las Aves.
En ciertas comunidades como es el ejemplo de Castilla la Mancha, hay quienes han presentado peticiones avaladas por firmas de silvestristas, para que esta práctica se legalice, lo que implicaría unas normas nacionales que determinaran los ejemplares a capturar, los métodos a emplear, etc.
En Cataluña los ocellaires (aficionados a las aves canoras) hubieron de aceptar la resolución del Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, que el año pasado prohibió la captura de cuatro de las especies más codiciadas de fringílidos, previendo los problemas que la denuncia de la UE pudiera acarrear a la Comunidad.
Este año se han sumado a la iniciativa de la prevención, las autoridades de Medio Ambiente de la Comunidad Navarra, vetando la captura de cinco especies que se usan habitualmente en los concursos de canto, entre ellos el jilguero y el verdecillo.
Los defensores de las aves no ven con buenos ojos que se críe en cautividad a este tipo de aves, pero creen que el hecho de que no se las siga capturando vivas es un gran paso en la defensa de los ecosistemas y el Medio Ambiente.
