“Repsol ha descubierto un nuevo pozo de petróleo en Alaska y las bolsas, las empresas y muchas personas festejan este hecho como algo trascendental, ya que es el mayor yacimiento que se ha descubierto en 30 años. Pero para el Medio Ambiente, esta es una triste noticia.”
Los que apoyan al petróleo
A día de hoy existen muchas personas, entre ellos algunos eminentes científicos, que se empeñan en negar la existencia del Cambio Climático y de su origen antropogénico, a los que se les denomina “negacionistas”.
Por otro lado, sigue existiendo un temor muy acusado de que el petróleo se acabe y con ello sobrevenga un cataclismo energético y también hay un sector que solo está interesado en las ganancias económicas que conllevan estos descubrimientos.
Por ello ambos sectores, los “negacionistas” del cambio Climático y los que consideran que el petróleo es la mejor fuente energética y económica, festejan cada descubrimiento de un yacimiento o de una forma novedosa de extracción, como es el fracking, como si fuese una gran victoria, olvidándose de los efectos perniciosos que su empleo le ha ocasionado al Medio Ambiente.
El Cambio Climático Existe
Por más que haya quienes pretendan ignorarlo, los científicos han demostrado fehacientemente que el mundo entero está siendo víctima de los estragos que la extracción y quema de combustibles fósiles han causado al Medio Ambiente, desatando fenómenos como el Calentamiento Global o el Cambio Climático.
Por esta razón, cada pozo que se descubre resta en vez de sumar, porque permite que haya más combustibles fósiles para quemar y por ende serán una fuente más de contaminación para el Medio Ambiente, teoría apoyada por climatólogos como James Hansen y Sykuro Manabe
Ello implicaría alcanzar y superar los 2ºC de temperatura atmosférica, que es el límite considerado relativamente seguro para el Calentamiento Global, según las conclusiones de la COP21, mucho antes de lo que se espera.
Esta cifra de 2ºC, que a priori parece insignificante, es un umbral que el mundo no puede permitirse cruzar, dado que, si lo hace, los efectos en el Medio Ambiente serían tan catastróficos como irreversibles, según han predicho los científicos.
Ese aumento de la temperatura global podría tener consecuencias tan funestas como el deshielo completo de Groenlandia y de parte de la Antártida y la consiguiente suba del nivel de las aguas en todo el mundo, de forma que muchas ciudades como Venecia, Rotterdam o Huelva, desaparecerían.
Si el permafrost (la capa de hielo considerada perpetua) sigue siendo afectada por el Calentamiento Global, las ingentes cantidades de metano que se hayan entre sus capas se liberaría, agravando el efecto invernadero y perjudicando a todas las especies vivas.
Los científicos advierten que los arrecifes podrían desaparecer, las especies endémicas se extinguirían, los niveles de contaminación del Medio Ambiente se dispararían, los cultivos de todo el mundo podrían perecer, habría un aumento en la desertización de muchas zonas y la crisis sería no solo económica, sino también de salud y social.
Por esta razón, tanto los ambientalistas, como los científicos involucrados en hallar soluciones al Cambio Climático y todos aquellos ciudadanos que son conscientes de las consecuencias para el Medio Ambiente que pueden tener el descubrimiento de estos nuevos yacimientos, siguen luchando para que haya una concientización global de la necesidad se salvar al mundo de la negligencia de sus propios habitantes.