La desertificación es la degradación persistente de los ecosistemas de las tierras secas y afecta los medios de vida de millones de personas. Una parte significativa de las tierras secas ya está degradada y la desertificación en curso amenaza a las poblaciones más pobres del mundo y a los medios de vida de los más desarrollados.
Un desafío para el Medio Ambiente mundial
La desertificación es en la actualidad uno de los mayores desafíos ambientales a los que debe enfrentarse el mundo. Es una barrera importante para satisfacer las necesidades humanas más básicas. Porque al acabar con los suelos, conduce a la pobreza y a la migración ambiental.
Las causas de la desertificación incluyen factores sociales, políticos, económicos y climáticos. Los mismos contribuyen a un uso no sostenible de los escasos recursos naturales. La magnitud y los efectos de la desertificación varían mucho de un lugar a otro y cambian con el tiempo. Además, subsisten grandes lagunas en nuestra comprensión y monitoreo de los procesos de desertificación. Que a veces impiden acciones rentables en las áreas afectadas.
Fuera de las tierras secas, la desertificación también tiene fuertes impactos ambientales negativos. Por ejemplo, aumentando la aparición de tormentas de polvo que afectan zonas muy alejadas de las áreas desertificadas y pueden causar problemas políticos, económicos y sociales.
Dependiendo del grado de sequedad de una región, se puede prevenir la desertificación y restaurar los ecosistemas de las tierras secas a través de intervenciones y adaptaciones específicas. Puesto que, esta es la forma más eficaz de hacer frente a dicha problemática. El problema es que los intentos de rehabilitar las zonas desertificadas son costosos y tienden a ofrecer resultados limitados.
Los escenarios desarrollados por los expertos, para explorar el futuro de la desertificación y el bienestar humano en las tierras secas, muestran que es probable que aumente el área total desertificada. Y que el alivio de las presiones sobre las tierras secas, esté fuertemente ligado a la reducción de la pobreza.
Prevenir es la solución a la desertificación
También explican que los enfoques proactivos de gestión serán probablemente los más eficaces para hacer frente a este grave problema. En general, combatir la desertificación genera múltiples beneficios locales y mundiales. Y ayuda a mitigar la pérdida de biodiversidad y el Cambio Climático mundial inducido y acelerado por la acción del ser humano.
Los enfoques de gestión ambiental destinados a combatir este problema, mitigar el Cambio Climático y conservar la salud de los suelos están interrelacionados de muchas maneras. Por lo tanto, la aplicación conjunta de medidas ambientales eficaces puede conducir a una mayor sinergia y eficacia, beneficiando a las poblaciones de las tierras secas.
La lucha contra la muerte de los suelos ayudará a reducir la pobreza mundial. Las poblaciones de zonas secas deben tener acceso a alternativas viables y sostenibles, para poder mantener sus medios de subsistencia sin provocar la desertificación. Estas alternativas deberían incorporarse en las estrategias nacionales de los países de todo el mundo.