Actualizar

viernes, junio 2, 2023

El sur de España se seca sin remedio, África y Asia también

“La desertificación ocurre en todos los continentes excepto en la Antártida, afecta el sustento de millones de personas y sus efectos se experimentan a nivel regional, nacional y mundial. El sur de España corre serio peligro de convertirse en un desierto, en los próximos 50 años” 

Las tierras secas

Un informe del Objetivo del Milenio especifica que las tierras secas ocupan el 41% de la superficie terrestre y albergan a más de un tercio de la población humana. Las tierras secas (todas aquellas donde el clima se clasifica como seco subhúmedo, semiárido, árido o hiperárido) incluyen todas las regiones terrestres donde la escasez de agua limita la producción de cultivos, forraje, madera y afecta a otros ecosistemas.

Los escenarios de desarrollo futuro muestran que, si no se controla, la desertificación y la degradación de los servicios ecosistémicos amenazarán al bienestar humano y, posiblemente, provoquen el retroceso económico en algunas regiones. Por ello, la desertificación figura entre los mayores retos ambientales de la actualidad.

 

La mayor vulnerabilidad se atribuye a las zonas áridas de Asia subsahariana y central, a tres regiones de África: el Sahel, el Cuerno de África y el sudeste continental y a ciertas partes de la costa europea (especialmente el sur español).

 

Aridez y sequía

Las sequías severas se producen, por término medio, cada 30 años y cuando se presentan triplican el número de personas expuestas a una escasez de agua severa por lo menos una vez en cada generación, dando lugar a grandes crisis alimentarias y de salud.

La desertificación es el resultado de un fracaso a largo plazo en el intento de equilibrar la demanda y la oferta de servicios ecosistémicos en las tierras secas y la presión está aumentando sobre los mismos, gracias a una combinación de factores humanos y climáticos.

 

Entre los primeros se incluyen factores indirectos como la presión de la población, los índices socioeconómicos y políticos y los fenómenos de globalización, como las distorsiones de los mercados alimentarios internacionales y factores directos, como los patrones y prácticas de uso de la tierra y los procesos relacionados con el Cambio Climático.

Los factores climáticos de preocupación incluyen las sequías y la reducción proyectada en la disponibilidad de agua dulce debido al calentamiento global. Si bien la interacción global y regional de estos factores es compleja, es posible entenderla a escala local y prevenir la desertificación.

 

¿Qué pasa en España?

Las zonas de Almería y Murcia están consideradas como las más áridas del país y de Europa. Cumplen con las definiciones de ser tierras secas y se encuentran en franco proceso de desertificación, por multitud de factores.

Ambas provincias sufren de frecuentes y prolongados episodios de sequía, que se suman a la falta de previsiones para solventar la problemática del déficit hídrico, a un consumo de agua excesivo y a la degradación de los suelos.

 

Si bien es imposible que estas zonas se transformen en “verdes prados” es posible recuperar las buenas prácticas con el fin de mejorar la gestión de los recursos naturales. Con más de 330 días de sol al año, la zona tiene un potencial energético que se está desaprovechando y que podría ayudar a solventar estas cuestiones.

REDACCION/ECOTICIAS.COM

ARTÍCULOS RELACIONADOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Otras noticias de interés