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domingo, junio 4, 2023

Las interacciones entre el fuego y la acción humana amenazan la biodiversidad en el mundo

Investigadores del CTFC y el CREAF participan en una investigación publicada en la revista científica Science.

El artículo que recoge la investigación propone un conjunto de acciones que podrían ser efectivas para promover la biodiversidad en una nueva era de fuego, tales como asegurar la cantidad, el patrón y el momento adecuado para aplicarlo en paisajes que lo necesitan y a la inversa.

El fuego ha sido una fuente de biodiversidad en casi todos los ecosistemas terrestres durante millones de años. Sin embargo, las interacciones con factores de cambio antrópicos como el cambio climático, el uso del suelo y las especies invasoras están cambiando la naturaleza de la actividad del fuego y sus impactos.

Una nueva investigación muestra cómo estos cambios amenazan las especies y transforman los ecosistemas terrestres en una revisión holística que engloba todos los continentes. Según apuntan los autores, estos cambios representan un reto global para entender cómo mantener la biodiversidad en una nueva era de fuego.

El artículo que recoge la investigación se publica este viernes en la revista científica Science y es fruto de una colaboración internacional en la que ha participado un equipo de 27 investigadores de 17 centros de investigación de Australia, Canadá, España, Estados Unidos, Irlanda, Portugal, Reino Unido y Sudáfrica. Entre ellos se sitúa el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC), sede de la reunión que suposo el punto de partida para la investigación, y el CREAF.

Riesgo de extinción en un mundo de fuego

Muchas especies se adaptan a un régimen de fuego concreto, por lo que cambios sustanciales en estas características pueden perjudicar las poblaciones y cambiar los ecosistemas. El estudio ha revisado casi 30.000 especies terrestres y de agua dulce clasificadas como amenazadas de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y ha encontrado que al menos el 15% de estas especies se verá amenazado por la modificación de los regímenes de incendios.

Estos cambios pueden suponer aumentos en la actividad de fuego, que amenazan a especies poco adaptadas, o la disminución de esta actividad, que conlleva una reducción de hábitats clave para muchas especies.

Los cambios en la actividad del fuego amenazan la biodiversidad en hábitats y reinos biogeográficos en todo el mundo. Proporcionalmente, la amenaza para la modificación de los regímenes de incendios para especies en riesgo de extinción es mayor para las sabanas (27%), seguida de cerca por las praderas (25%), las zonas rocosas (25%), los matorrales (25%) y los bosques (19%).

Factores de cambio en el antropoceno

El antropoceno, época en que la actividad humana ha comenzado a generar efectos masivos a nivel mundial, ha traído consecuencias tales como la aceleración de la Tierra hacia un clima más cálido y una biosfera marcadamente diferente. El fuego juega una doble partida, por un lado es una consecuencia de esta aceleración y por otro, contribuye a potenciarla. Sin embargo, según el artículo, el fuego no actúa solo: sus interacciones con factores de cambio antrópicos como el cambio climático global, el uso del suelo y las especies invasoras están modificando los ecosistemas en todo el mundo.

Estos factores están apuntalados por cambios sociales más amplios. Los factores demográficos, económicos, políticos e institucionales fundamentan los cambios en el uso de la tierra y otros motores de cambio de los regímenes de incendios y su impacto sobre la biodiversidad. Por tanto, el papel de la actividad humana en la configuración de los ecosistemas también debe formar parte del contexto en que se han de desarrollar los modelos y las acciones.

Estrategias y acciones emergentes

El artículo propone un conjunto de acciones que podrían ser efectivas para promover la biodiversidad en una nueva era de fuego. En primer lugar, proponen gestionar activamente el fuego para adaptarse a determinadas especies o ecosistemas. Es decir, asegurar la cantidad, el patrón y el momento adecuado para aplicar el fuego en paisajes que lo necesitan y a la inversa.

En segundo lugar, centrarse en ecosistemas enteros y no sólo en el fuego. Por ejemplo, las poblaciones de plantas y animales afectadas por una sequía extrema o que se encuentran bajo la presión de depredadores exóticos, tienen más probabilidades de ser amenazadas por el fuego.

El último bloque de acciones reconoce el papel crítico de las personas. Restaurar y promover paisajes que beneficien las personas crea oportunidades para equilibrar la biodiversidad con otros valores en muchas regiones del mundo. Aprender de la gestión actual de la gente local e indígena y promover la gestión colaborativa de los incendios son pasos valiosos para promover regímenes que beneficien a las personas y la biodiversidad.

Para adaptarse a los cambios en los regímenes de incendios hay que situar el papel cada vez más importante de las personas y sus relaciones con la biodiversidad al frente de los esfuerzos, concluye el artículo.

Referencia: Fire and biodiversity in the Anthropocene.Science.

Kelly, L.T., Giljohann, K.M., Duane, A., Aquilué, N., Archibald, S., Batllori, E., Bennett, A.F., Buckland, S.T., Canelles, Q., Clarke, M.F., Fortin, M.-J., Hermoso, V., Herrando, S., Keane, R.E., Lake, F.K., McCarthy, M.A., Ordóñez, A.M., Parr, C.L., Pausas, J.G., Penman, T.D., Regos, A., Rumpff, L., Santos, J.L., Smith, A.L., Syphard, A.D., Tingley, M.W. & Brotons, L.

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