Un planeta vivo
La teoría del movimiento de placas tectónicas es la que mejor explica, porqué la capa superior del planeta está en continuo movimiento, aunque no nos percatemos de ello, algo que sucede en todo el globo. Los lugares en los que dichas placas se “rozan” son los de mayor riesgo de terremotos
En la Ilustración 1 pueden apreciarse cuáles son las áreas del planeta en las que actualmente se están experimentando sismos de más de 5 puntos en la escala Richter. La península ibérica no se encuentra señalada, ya que los acontecimientos de Granada si bien son aparatosos, pueden ocasionar daños y asustan mucho a quienes los viven, no alcanzan magnitudes consideradas graves.
Además, los expertos advierten que este tipo de sismos de magnitudes medias que se presentan en oleadas, de manera intermitente y con intervalos de pocas horas y hasta de minutos entre uno y otro, son beneficiosos, ya que sirven de “escape” a la tensiones internas e impiden que haya terremotos de mayor consideración y más peligrosos.
Ilustración 1
Sí, pero no
España está situada en la zona emergente de una placa tectónica llamada Placa Ibérica, que originalmente no pertenecía al continente, sino que se unió a él, dando lugar a la cordillera Pirenaica durante el proceso de fusión. Puesto que las placas continúan en movimiento y la africana sigue acercándose, se prevé que dentro de millones de años se unirá a Europa, por lo que el mar Mediterráneo desaparecerá.
Estos movimientos tectónicos y la conformación geológica de cada zona de la Placa Ibérica hacen que el país tenga un riesgo moderado, en cuanto a la posibilidad de experimentar terremotos, de hecho, se contabilizan miles de movimientos anuales, pero de baja magnitud en todo el territorio peninsular.
Ilustración 2
También es cierto que hay zonas en las que hay más opciones de que ocurran este tipo de eventos y la regla de predicción se basa en que, los sitios más probables en los que pueden darse movimientos sísmicos son exactamente los mismos en los que ya se han experimentado situaciones similares.
Por ello es tan importante que exista un registro muy afinado y preciso de las áreas que experimentan sismos, con los que se generan los denominados mapas de sismicidad (Ilustración 2) y de peligrosidad sísmica (Ilustración 3). Esta es una de las pocas medidas de prevención con las que cuentan los expertos, que explican que, si no obtienen fondos suficientes, es imposible mantener los datos actualizados.
Ilustración 3
¿Dónde es más probable que ocurran?
Hay zonas que oficialmente se consideran sísmicas, como es el área sureste de la Península Ibérica o la cordillera Pirenaica, pero esto no implica que sean las únicas posiblemente afectadas por estos eventos, sino que, es donde los terrenos son más propensos a moverse por su misma conformación y en donde hay mayores antecedentes de eventos de magnitudes importantes.
A partir del año 350 DC hay constancia de movimientos sísmicos en España, que ocasionaron graves pérdidas materiales y numerosas víctimas. Dichos sismos históricos afectaron a las actuales provincias de Almería, Murcia, Cádiz, Girona, Granada, Sevilla, Málaga, Alicante y Lugo, además de al mar de Alborán y a la Isla de Tenerife.
El peor movimiento registrado se generó en el Atlántico, a 300 metros de la costa portuguesa y tuvo lugar el 1 de noviembre de 1755. Los expertos estiman que este terremoto superó los 8 puntos de la escala Richter y provocó daños edilicios muy graves y más de 30000 muertos en la ciudad de Lisboa. El maremoto posterior destruyó la ciudad de Huelva y alcanzó las costas marroquíes; las consecuencias del sismo afectaron casi a toda España.
Los geólogos sostienen que es posible pronosticar los sitios en los que podrían acaecer terremotos o sismos en el futuro, ya sea en la Península Ibérica, como en las Islas Baleares y en las Canarias, simplemente contrastando la información de los movimientos históricos y los mapas que recogen las mediciones sísmicas actuales. Lo que es imposible de saber es Cuando sucederá el próximo movimiento.
¿Qué hacer ante un terremoto?
Los expertos aconsejan conservar la calma, si es factible salir a la calle hacerlo ordenadamente y jamás usar ascensores. Dentro del hogar buscar sitios seguros en los cuales guarecerse, como son los marcos de las puertas, los rincones, la cercanía a las vigas principales de las edificaciones o resguardarse bajo elementos sólidos y resistentes como puede ser una mesa. Es fundamental alejarse de las ventanas, muebles que puedan caer o lámparas.
Si se está en la calle, se debe buscar resguardo lejos de postes eléctricos y de edificios. Para los que están conduciendo se aconseja escoger un sitio seguro en el que aparcar (lejos de árboles, farolas o elementos que puedan caer sobre el coche) y permanecer dentro del vehículo hasta que culmine el evento.
En el caso de encontrase dentro de centros comerciales, aulas o espacios muy concurridos, hay que evitar correr o gritar, para no generar pánico o empeorar el estado de ánimo colectivo. Se deben buscar sillas o mesas bajo las que poder protegerse, siempre evitando estar cerca de objetos o mobiliario que puedan caer.