Tal día como hoy hace 30 años, Doñana entró en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. Un paso más para la protección de los hábitats de la mayor reserva natural de Europa. Pero los últimos estudios alertan sobre su mal estado debido al cambio climático y a la acción del ser humano.
Ultimátum de la Unesco: Doñana entrará en la ‘Lista de Patrimonio en Peligro’
Situado en Andalucía, el parque de Doñana ocupa la margen derecha del estuario del río Guadalquivir, cerca de su desembocadura en el Atlántico. Es notable por la gran variedad de sus biotopos: lagunas, marismas, matorrales, monte bajo mediterráneo y dunas móviles y fijas. Es el hábitat de cinco especies de aves en peligro de extinción, posee una de las mayores poblaciones de garzas de la región mediterránea y sirve de refugio invernal a más de medio millón de aves acuáticas.
En el Marco de Actuaciones para el desarrollo territorial sostenible del área de influencia del espacio natural de Doñana completa al anterior y amplía su campo de actuación, orientándose prioritariamente a las dimensiones social y económica de la sostenibilidad, como complemento necesario e indivisible del pilar medioambiental.
Dotado con un presupuesto adicional de 350 millones de euros, constituye la apuesta por un proyecto de territorio que, al tiempo que dinamiza e intensifica la transición ecológica, permita mejorar las condiciones sociales y económicas de la zona.
Un proyecto que presta una especial atención al mantenimiento y creación de actividad y empleo, a través del acompañamiento a sectores y colectivos en riesgo y del impulso de una diversificación y especialización coherentes con el contexto socioeconómico, favoreciendo la convergencia de los niveles de renta con el promedio nacional, a la vez que aborda acciones para la inclusión y la mejora de las condiciones de vida de la población local y temporera, y con una proyección de futuro que permita nuevas posibilidades de desarrollo más sostenible, innovador y justo.
Marco de Actuaciones para el Parque de Doñana
Doñana es un espacio protegido por su singularidad y por albergar una biodiversidad única. Gracias a ello ha sido declarado Parque Nacional, Humedal RAMSAR, Reserva de la Biosfera, lugar Patrimonio Mundial de la UNESCO y Espacio Protegido Red Natura 2000 (Zona Especial de Conservación y Zona de Especial Protección para las Aves).
Pese a ello, Doñana está sometida a una presión insostenible por la actividad humana que se desarrolla en su periferia. El crecimiento de la agricultura intensiva, basada en las extracciones del acuífero, y el aumento poblacional en la comarca, sobre todo en la alta temporada turística, han provocado un grave impacto en las aguas subterráneas.
También las aguas superficiales se han visto gravemente alteradas. La marisma, el puntal principal sobre el que se sostiene el ecosistema, perdió la mayor parte de su aportación natural antes de la creación del Parque Nacional con el desvío del río Guadiamar. Todo ello se ha visto agravado por los efectos del cambio climático en las últimas décadas.
El Marco de Actuaciones para Doñana, impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), tiene el objetivo de revertir la degradación ambiental de este espacio emblemático y recuperar su funcionamiento ecológico.
Incluye un abanico de medidas a corto y medio plazo en áreas esenciales como la gestión de los recursos hídricos, la conservación y restauración de la biodiversidad en el entorno, la gestión costera del dominio público marítimo-terrestre, la recuperación socioambiental del territorio y la mejora del conocimiento. Para acometer las actuaciones del Marco, el MITECO ha consignado un presupuesto de 356,3 millones de euros.