La Reserva de La Biosfera de Gran Canaria ocupa el 46% de la superficie insular. Se organiza en torno a una zona núcleo compuesta por la Reserva Natural Integral de Inagua y la Reserva Natural Especial de Güigüi. La zona tampón está compuesta por el Parque Rural del Nublo, Parque Natural de Tamadaba, Parque Natural de Pilancones y una pequeña franja de 500 metros en torno al núcleo terrestre de Güigüi.
Finalmente, los municipios de San Bartolomé de Tirajana, Mogán, Artenara, San Mateo, Valle de la Aldea de San Nicolás, y parte del municipio de Agaete, constituyen la zona de transición.
Gran Canaria posee un patrimonio natural de extraordinario valor, a pesar de sus relativamente reducidas dimensiones. La singularidad de sus ecosistemas, así como de su flora y fauna, ricas en especies exclusivas, y su geología, han llevado a la declaración de numerosos espacios naturales protegidos en toda la isla, que representan aproximadamente el 43% de la superficie insular.
Redefinir la Reserva de La Biosfera de Gran Canaria
Investigadores del Jardín Botánico Viera y Clavijo de Gran Canaria han propuesto la redefinición y ampliación de la Reserva de la Biosfera insular tras analizar más de 200 plantas y detectar que la división actual no coincide con las zonas que requieren más conservación.
«A través de los análisis genéticos, filogenéticos y espaciales utilizados, la investigación ha detectado un desajuste entre la zonificación administrativa actual y las áreas con mayor riqueza florística y evolutiva y, por tanto, de conservación prioritaria», ha explicado al respecto de dicho estudio el Cabildo insular en un comunicado remitido este miércoles.
Los investigadores del Jardín Botánico Viera y Clavijo, unidad asociada de I+D+i al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y dependiente del Cabildo insular, han realizado esta propuesta tras realizar un estudio que se ha publicado en la revista internacional ‘Conservation Science and Practice‘.
El estudio identifica áreas clave para la conservación de la biodiversidad vegetal endémica de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, declarada por la UNESCO en 2005, tras realizar por primera vez la cartografía a una resolución de 500 metros cuadrados de la diversidad evolutiva de más de 200 especies de plantas endémicas. Para ello, se han utilizado índices de diversidad y endemicidad filogenética, que permiten identificar áreas que albergan linajes únicos y de alto valor evolutivo.
El Cabildo ha explicado que se trata de un «enfoque integrador que va más allá de la abundancia de especies o número de endemismos«, ya que «se han podido detectar auténticos puntos calientes de biodiversidad endémica, donde habitan tanto linajes antiguos como de reciente diversificación».
En el artículo se integra la genética, la historia evolutiva y la cartografía identificando diferentes elementos que también ayuden a optimizar la gestión de este espacio natural y en él se propone una redefinición de la zonificación de esta Reserva que implicaría la ampliación de la actual zona tampón y la creación de una nueva zona núcleo, indica la nota.
Para la Institución insular, este estudio «marca un hito en la planificación científica de los espacios naturales, proporcionando valiosas herramientas para abordar los retos derivados del cambio climático, la pérdida de hábitats y la presión humana sobre los ecosistemas insulares».
Además, ha agregado, posiciona a la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria «como un modelo extrapolable para la gestión y conservación más eficiente de las reservas de la biosfera a nivel nacional e internacional». La Reserva de la Biosfera abarca el 42 % del territorio insular e incluye algunas de las zonas más antiguas, abruptas y con mayores valores naturales de la isla.
«A lo largo de sus 20 años de existencia se ha avanzado en la protección de las mismas, pero este artículo muestra que aún queda trabajo por hacer para garantizar la conservación efectiva de las especies de flora y los hábitats más importantes y vulnerables«, ha manifestado el Cabildo. En el artículo también han participado investigadores del IPNA-CSIC de La Laguna, del Grupo de Investigaciones Entomológicas de Tenerife y del Departamento de Botánica de la Universidad de Granada. EFE / ECOticias.com