Hoy es el Día Mundial Contra el Monocultivo de Árboles 2025, una efeméride que se conmemora cada 21 de septiembre. Organizaciones, redes y movimientos de todo el planeta celebran esta fecha y alzan la voz para exigir el cese de la expansión de las plantaciones industriales de árboles.
Estas plantaciones amenazan la soberanía de las comunidades y los pueblos de los bosques. El Día Mundial Contra el Monocultivo de Árboles se declaró en 2004 durante una reunión con una red comunitaria que lucha contra este tipo de plantaciones industriales de árboles en Brasil.
Ya sea que se practique en la agricultura o en la silvicultura, el monocultivo implica cultivar o plantar una sola especie de planta a la vez en grandes áreas de tierra, con un sistema de cultivo que requiere menos mano de obra, pero medios tecnológicos más avanzados, aplicación de pesticidas, degrada los suelos, contamina, etc.
Esta práctica permite una mayor productividad porque utiliza técnicas de producción masiva en grandes extensiones. Los monocultivos más populares en el ámbito de la silvicultura son el eucalipto (que En España están considerados especies invasoras) y los pinos.
La palma de aceite es culpable de la desaparición de centenares de hectáreas de bosques nativos en varias partes del mundo, que fueron talados para poder plantar este lucrativo, aunque perjudicial cultivo que genera grandes beneficios económicos, pero degrada el territorio.
Desventajas de los monocultivos
Agotamiento del suelo
La sobreexplotación del suelo, que se debilita y erosiona, volviéndolo menos fértil con el tiempo, afecta su ecosistema natural, compuesto por microorganismos, microfauna, hongos, etc., que necesita para funcionar. El monocultivo destruye esta biodiversidad natural.
Dependencia de insumos químicos
El agotamiento de los nutrientes del suelo mencionado en el punto anterior, lleva al uso de más insumos químicos, como pesticidas o fertilizantes, para compensar esta deficiencia y mantener la productividad. El uso repetido de los mismos fertilizantes químicos hace que el suelo dependa de estos pesticidas y los demande aún más.
Además, el uso repetido de los mismos productos químicos para combatir plagas y enfermedades puede provocar la aparición de nuevas resistencias. A largo plazo, el suelo se vuelve inutilizable. Esta dependencia también tiene efectos sobre el producto en cuestión, que acaba siendo muy químico.
Mayor vulnerabilidad a plagas, enfermedades e incendios
Proporciona condiciones ideales para plagas y enfermedades específicas de la especie. Al no tener otras plantas diferentes que puedan reemplazarlas, tienen el poder de propagarse rápidamente. El riesgo de quiebra surge cuando se produce una enfermedad específica en los árboles o se plantee una catástrofe climática.
Algunas especies son más inflamables que otras, por lo que también existe un riesgo muy alto de pérdida si no hay diversificación. Los incendios de este año han sido la prueba evidente de que los monocultivos, con su hacinamiento de ejemplares y alta combustibilidad, son un verdadero peligro para los bosques y el medio ambiente
Deforestación
Los bosques albergan el 80% de toda la biodiversidad. Se estima que cerca de 27000 especies de plantas y animales desaparecen cada año debido a la deforestación. Su presencia cubre actualmente solo el 30% de la superficie terrestre, mientras que hace 400 años ocupaban el 66%.
Pérdida de biodiversidad y contaminación
Los monocultivos conllevan un mayor uso de insecticidas y otros pesticidas, lo que provoca la destrucción de hábitats animales. El uso excesivo de fertilizantes y pesticidas también contamina el suelo y el agua, lo que provoca la pérdida de aguas subterráneas y costas.
Si tomamos el ejemplo del entorno forestal, al cultivar solo una especie de árboles, la biodiversidad del bosque se empobrece, lo que reduce los hábitats disponibles para la vida silvestre y rompe con el equilibrio ecosistémico local. ECOticias.com