Día Mundial Sin Tabaco 2023. Como cada año, esta celebración tiene un tema principal alrededor del cual gira la conmemoración. En este año 2023 se ha elegido: ‘Cultivemos alimentos, no tabaco’. Un llamado de atención al mundo, dado que se desperdician millones de kilómetros cuadrados de suelos en producir algo que no solo no alimenta, sino que mata.
Perjudicial por donde se mire
Cada hoja de tabaco que se cultiva resulta altamente perjudicial. Pero no solo para quienes la fumen, sino también para los agricultores y el medio ambiente. Hablamos de una industria multimillonaria que se nutre del daño que inflige directa e indirectamente. Y que está intentando por todos los medios seguir adelante en su camino de muerte y desolación.
El objetivo principal de la campaña del Día Mundial sin Tabaco 2023 es disuadir a los gobiernos de muchísimos países de seguir dando subvenciones a los cultivos del tabaco. Todo ese dinero que se ahorre, podría dedicarse a cultivar alimentos con los que dar de comer a la gente que lo necesita. Y al mismo tiempo se salvarían millones de vidas de fumadores activos y pasivos.
Es fundamental apostar por la sustitución de aquellos cultivos que resultan perjudiciales para la salud de las personas por otros que les den vida. Parece mentira que en medio de una crisis alimentaria de corte mundial como la que estamos viviendo, haya gobiernos dispuestos a seguir subvencionando al tabaco.
Graves consecuencias para el medio ambiente
El cultivo del tabaco es culpable de un porcentaje importante de la deforestación mundial que alcanza casi al 5 %. Para cultivar plantas de tabaco hay que talar árboles. Pero también se emplea la madera para secar las hojas de tabaco que se cortan. Cada año se necesitan más de 11 millones de toneladas de madera solo para realizar esta tarea.
A ello hay que sumarle la necesidad de papel y de cartón que resultan cruciales para fabricar los cigarrillos y las cajetillas que los contienen. Esto implica el empleo de más recursos madereros. Y se ha calculado que se debe cortar un árbol por cada 15 paquetes de cigarrillos que se fabrican.
Además, el cultivo del tabaco requiere grandes cantidades de agua y de electricidad. Sin contar que los productos fitosanitarios que se emplean son muy contaminantes. Además, las cantidades de CO₂ que emite la industria son astronómicas.
O sea que, en definitiva, se contaminan los suelos, las aguas y el aire, para producir algo que cuesta caro y podría matar a quien lo consume. Todo ello en vez de producir alimentos para los millones de hambrientos que hay en el mundo. Y luego nos autodenominamos seres racionales y civilizados, cuando carecemos de sentido común y coherencia. Día Mundial Sin Tabaco 2023.