El diálogo es el único camino para salvar Doñana. La paralización de la Ley, anunciada tras el encuentro entre Moreno y la vicepresidenta Teresa Ribera, estaría condicionada a la aprobación de una inversión extraordinaria del Gobierno de 350 millones de euros. Que se destinarán, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) a “planes de desarrollo económico y social” para el condado de Huelva.
Gran noticia
Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, lo valora así. “Es una gran noticia. No se puede ir a contracorriente de la ciencia, vulnerar los compromisos internacionales adquiridos y la legislación ambiental. Además de despreciar a la mayoría social que clama por la conservación de Doñana. La responsabilidad y la ética deben estar por encima del rédito electoral.
Doñana se extingue, y la aprobación de esta ley habría supuesto un golpe definitivo al humedal. Ha imperado el sentido común y deseamos que ambas Administraciones no den marcha atrás. E inicien una nueva fase de diálogo basada en la cooperación. Para encontrar soluciones para Doñana basadas en la ciencia y consensuadas con todos los agentes sociales”.

Y añade Ruiz, “esto supone reenfocar los planteamientos políticos hacia criterios que aporten sostenibilidad al desarrollo agrícola. En el contexto de la transición ecológica, la regeneración hidrológica, la adaptación al cambio climático, la conservación de los valores naturales y la justicia social.”
Una nueva oportunidad
Para Carlos Davila, responsable de la Oficina Técnica de Doñana. “Esta suspensión de la Ley debería ser una gran oportunidad para dirigirnos hacia un nuevo modelo de desarrollo en la comarca de Doñana.
Existen alternativas de futuro para el parque nacional y su territorio, empezando por la implementación de las acciones incluidas en el Plan de Ordenación de la Corona Forestal, conocido como el Plan de la Fresa. Con el que los agricultores, ecologistas, científicos y actores locales estuvimos de acuerdo en 2014.
Por ello, una vez más, solicitamos la puesta en marcha acciones coordinadas, urgentes y valientes de todas las Administraciones responsables de su conservación. En la dirección que plantea también el Marco de Actuaciones para Doñana aprobado por el Miteco. Y que estos 350 millones adicionales propuestos repercutan de manera efectiva en el desarrollo de un modelo económico sostenible para Doñana y su entorno”.
Acuíferos sobreexplotados y marismas sin aves
Incrementar el consumo de agua en el entorno del parque nacional, inmerso en un grave proceso de degradación ambiental por la escasez hídrica, agravaría aún más su situación ya crítica. Lo que podría derivar en proceso casi irreversible y dejaría de ser uno de los humedales más importantes de Europa.
El informe de estado de los acuíferos del entorno de Doñana correspondiente al año hidrológico 2021-2022, publicado recientemente por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, es contundente. Los sectores del acuífero en estado de alarma han pasado de tres a nueve en un año.

Ninguno se encuentra dentro de la normalidad y el 50% aparecen en un estado peor al que le correspondería por la pluviometría. El informe concluye que el actual grado y modo de explotación del acuífero compromete su estado y el de los ecosistemas terrestres.
Y plantear traer agua superficial de otras zonas no es una opción viable ni eficaz. Ya que la crisis climática afecta de manera generalizada a todo el territorio. Y solo trasladaría las presiones, manteniendo un modelo agrario sin futuro.
Por otro lado, las aves, como indicadoras de la salud ambiental de los hábitats, han dado la voz de alarma. El Informe sobre el estado de conservación de las aves acuáticas en Doñana realizado por SEO/BirdLife con base en los datos de seguimiento de la avifauna realizados por la Estación Biológica de Doñana-CSIC es claro.
Evidencia cómo Doñana está perdiendo los valores naturales que en el pasado lo convirtieron en el humedal de mayor importancia para la avifauna de Europa. El informe apunta que más del 80% de las poblaciones de aves acuáticas protegidas que se reproducen en este espacio natural muestran una tendencia regresiva (serie de datos 2004-2022). Una tendencia que se agudizó a partir de 2019. El diálogo es el único camino para salvar Doñana.