Para abordar la emergencia climática y natural, según WWF Escocia, hace falta un gran aumento en la inversión pública, comenzando con un compromiso del Gobierno escocés en el próximo presupuesto. Esta es una vieja reivindicación que, dados los incendios que asolaron al país, vuelve a estar en la palestra.
Las organizaciones ecologistas piden desde hace años una inversión adicional de 1.000 millones de libras que permitan abordar la doble emergencia climática y natural a fin de implementar soluciones basadas en la naturaleza, ciudades verdes, agricultura y calefacción respetuosas con el clima.
Los incendios que arrasaron recientemente los páramos de Carrbridge y Dava en las Tierras Altas fueron los más grandes que Escocia haya visto jamás, según los vecinos y las autoridades involucradas en la extinción de los mismos. Scottish Land and Estates estima que los incendios que estallaron a fines de junio y principios de julio han afectado a casi 12.000 hectáreas, algo inusitado en estas frías tierras del norte de las Islas Británicas.
Escocia y el fuego
Escocia ha registrado los incendios forestales más extensos de su historia reciente, con más de 11.800 hectáreas arrasadas en las Tierras Altas. los ecologistas de Escocia reclamaron ayer jueves al Gobierno autónomo «medidas urgentes y decididas» frente a la crisis climática, tras un aumento preocupante de incendios en toda la región.
«Nuestro clima cada vez más impredecible está generando condiciones ideales para que se desaten estos fuegos, con un impacto devastador en la naturaleza y las comunidades», dijo Claire Daly, responsable de políticas de la organización en Escocia, en un comunicado.
Los incendios más graves afectaron a Carrbridge y Dava -en el norte de la región histórica, en una zona de matorrales y turberas cercana a Inverness– donde participaron al menos 33 empresas rurales y más de 100 empleados en las labores de contención, según un informe solicitado por el Ejecutivo escocés.
La respuesta incluyó maquinaria especializada valorada en más de tres millones de libras (unos 3,5 millones de euros), como vehículos todoterreno, cortafuegos y unidades de agua. El informe alerta de que las restricciones previstas para 2026 al uso del ‘muirburn’ –quemas controladas para gestionar vegetación- podrían dificultar la prevención de incendios si no se revisan técnicamente.
También señala que las nuevas limitaciones en zonas de turbera -ecosistemas clave para el almacenamiento de carbono– podrían reducir la capacidad de los gestores rurales para actuar. «Estos incendios deben ser un punto de inflexión.
Hace falta inversión urgente en infraestructuras, mejor coordinación y un entorno político que empodere a quienes cuidan del territorio», declaró Ross Ewing, responsable de áreas de matorral y conservación rural en SLE. La ONG advierte de que estos fuegos suponen un riesgo creciente para personas, servicios de emergencia y hábitats frágiles. EFE / ECOticias.com