El experto John Elkington, autor del concepto de la “triple cuenta de resultados” (personas, planeta y beneficios), sostiene que Europa atraviesa una fase de “fatiga de sostenibilidad”, en la que los gobiernos y las empresas muestran compromiso público con la agenda climática.
Sin embargo, a su juicio, la región está perdiendo liderazgo frente a potencias como China, que invierten masivamente en innovación tecnológica verde, energías limpias y nuevos modelos industriales. Así, considera que el camino europeo en pro de lograr las metas del ‘Pacto Verde’ es muy lento para poder alcanzar una transición ecológica.
La crítica a la UE por su lentitud por abordar los obejtivos hacia una transición ecológica efectiva
El experto en medioambiente, sociedad y gobierno corporativo (ESG por sus siglas en inglés) John Elkington cree que el contexto geopolítico actual afectará los planes de la Unión Europea para cumplir los objetivos del Pacto Verde y lamenta que Europa no innove con la rapidez suficiente para efectuar una transición ecológica «significativa».
Elkington (Padworth, Reino Unido, 1949), para muchos un gurú mundial y un referente claro por su trabajo en el desarrollo del emprendimiento social y sostenible, participa este martes en Madrid en el Futura Summit (antes llamado ESG -siglas de Environmental, Social and Governance- Summit Europe).
En entrevista, el británico opina que «en los próximos cinco a siete años algunas partes del mundo adoptarán una agenda de cambio y descubrirán cómo ofrecer soluciones» en materia de sostenibilidad mientras que países como China lograrán «un enorme éxito comercial con ello». «Otros, lo vemos especialmente con el Estados Unidos de (el presidente Donald) Trump, están pensando: «no queremos ir por ahí. Nos gustan los combustibles fósiles porque sabemos cómo funcionan. Tenemos muchos recursos para el fracking, y para la industria automotriz basada en el motor de combustión interna. Queremos proteger eso«, reflexiona.
¿Dónde se encuentra la Unión Europea en este sentido?
Apodado como el ‘padrino de la sostenibilidad’ y una autoridad en responsabilidad corporativa tras acuñar el concepto del ‘Triple Bottom Line’ -sobre el impacto directo o indirecto de las empresas en el entorno, en las personas y en la economía-, Elkington da también su visión acerca de la trayectoria que sigue la UE en este ámbito. Frente a la normativa a la que deben adherirse las empresas europeas para ser sostenibles, sostiene que el bloque comunitario «lidera en términos de políticas. No hay duda de eso, pero el problema es que la UE también lidera en términos de burocracia«.
«Aunque hay intentos para reducir esto -como, por ejemplo, el último ‘paquete Ómnibus introducido por la Comisión Europea en febrero-, creo que lo que necesitamos no es exactamente un capitalismo salvaje, pero sí un tipo de capitalismo y formas de innovación que son un poco menos europeas«, apunta.
Observa, en este contexto, que EE.UU. «está intentando desmantelar su equivalente al Pacto Verde», mientras que Europa «no está innovando lo suficientemente rápido como para lograr de verdad una transición verde significativa». China, en cambio, «va por delante, a toda velocidad, en energía solar, eólica, baterías, vehículos eléctricos, drones, robótica: están llegando a la cima en todo«.
Sobre este punto, reconoce que le «sorprende» que Europa no se esté «tomando esto más en serio a nivel político» y muestra su convicción de que se precisa «un espíritu empresarial, un espíritu de innovación, y ese espíritu debe enfocarse en la sostenibilidad, en soluciones climáticas y todo lo que ello implica«.
En sus perspectivas en materia de sostenibilidad cara al futuro, Elkington se autodefine «escéptico y pesimista» y recuerda que cuando se anunció por primera vez el Pacto Verde, hubo «mucho entusiasmo, una creencia de que eso iba a resolver el problema (climático)«.
El papel de la IA y la ciencia en un futuro sostenible
El autor de una veintena de libros en los que aborda elementos de sostenibilidad corporativa destaca también el papel de la IA en este campo: «Lo que ves en el mundo de la ciencia y la tecnología es una serie de revoluciones industriales que están ocurriendo al mismo tiempo y en todas ellas está la Inteligencia Artificial». Acerca del papel de esta, indica que pese a sus inconvenientes (como su enorme huella medioambiental o que esté dominada por personas que «socavan la democracia») «puede ayudarnos a pensar de forma muy diferente sobre los desafíos y las soluciones que ahora necesitamos desarrollar e implementar«.
«Si tomas la energía solar, el viento, las baterías, los vehículos eléctricos, la robótica, los drones (…) y luego introduces la inteligencia artificial, con la política adecuada y la ética adecuada, podemos lograrlo. Pero por ahora, no vamos exactamente en esa dirección«, concluye
También hace un llamamiento a «prestar mucha más atención a la ciencia que están produciendo organizaciones como la Agencia Europea del Medioambiente», cuyo último informe arroja hallazgos preocupantes que apuntan a que la biodiversidad va en retroceso o a la intensificación de los impactos del cambio climático.
En su documento quinquenal -Europe’s environment state and outlook 2025-, el organismo comunitario alerta de que el continente no va camino de lograr sus objetivos ambientales ni climáticos y urge a adoptar medidas con urgencia. «Cuando visité a científicos climáticos en EE.UU. en 2003 —algunos de los más destacados del mundo—, me dijeron que hacia la década de 2070, Europa tendrá un clima similar al de Siberia (…) Y en ese contexto, no es tanto el plan de Europa lo que me preocupa, sino la implementación real«, observa.
El experto subraya que el Pacto Verde Europeo, que busca lograr la neutralidad climática en 2050, necesita más agilidad y cooperación público-privada para prosperar en un entorno global marcado por la incertidumbre económica y las guerras. Además, advierte que sin una visión industrial clara, Europa corre el riesgo de depender tecnológicamente de terceros países en sectores estratégicos como las baterías, el hidrógeno verde o los materiales críticos.
Para Elkington, la verdadera transición ecológica no se limita a reducir emisiones, sino que implica una transformación cultural y económica profunda. Solo así Europa podrá convertir la crisis climática en una oportunidad histórica para reinventar su modelo de desarrollo y asegurar un futuro sostenible. EFE / ECOticias.com