El Pacto Verde, también conocido como la Estrategia de la Unión Europea para un crecimiento sostenible, es un ambicioso plan establecido por la Unión Europea (UE) con el objetivo de transformar la economía del bloque en una más ecológica y resiliente.
Un plan que busca lograr que Europa sea el primer continente neutral en emisiones de carbono para 2050, promoviendo un desarrollo que combine crecimiento económico, protección del medio ambiente y justicia social. Y, para ello, es crucial es importante disponer de datos fiables para saber en todo momento si se están cumpliendo los objetivos propuestos.
Información climática de lo más valiosa dentro del Pacto Verde
Seguramente hayas oído hablar del Pacto Verde; la estrategia con la que la Unión Europea pretende convertir el continente en la primera zona climáticamente neutra del mundo antes de 2030. La Unión lleva años preocupada por una de las múltiples aristas que tiene esta iniciativa: disponer de grandes cantidades de datos que permitan evaluar y avanzar cuantitativamente hacia los objetivos de este Pacto.
Ahora, gracias al proyecto Europeo AD4GD (All Data for Green Deal), los responsables de la Agenda Digital europea tienen una serie de recomendaciones sobre cómo compartir estos datos de una forma harmonizada, interoperable, con sus metadatos y siguiendo métodos que facilitan el intercambio de datos y los protocolos de gobernanza.
Hoy en día, el imparable avance de la ciencia abierta está poniendo a disposición de todo el mundo información muy valiosa sobre el clima, la biodiversidad o la contaminación. Este aumento de datos abiertos está favoreciendo que tanto la ciencia, como los organismos públicos y las empresas estén más dispuestos a colaborar.
Pero hay otra verdad innegable, hay datos que no se pueden abrir, ya sea porque están ligados a normativas de privacidad, porqué se podría hacer un mal uso de ellos o porque tienen una propiedad intelectual muy restrictiva. Sería el caso de información sensible como la posición exacta de especies protegidas o la localización de una red de sensores urbanos en balcones de viviendas particulares.
Esta información puede ser esencial para localizar y proteger núcleos de biodiversidad y protegerlos o para decidir qué calles están más contaminadas y prohibir el tráfico, pero no se puede dar en abierto con las tecnologías habituales.
Compartir datos de una manera segura
Que los datos no puedan abrirse a todo el mundo, no significa que no puedan compartirse con ciertas personas o instituciones. Cientos de gigas son transferidos diariamente entre investigadores, gobiernos y empresas a través de multitud de plataformas tan diversas como una memoria USB o un WeTransfer. Aun así, actualmente no existe un método único para hacerlo que sea totalmente seguro, fiable, automatizado y fácil de utilizar.
El Espacio de Datos para el Pacto Verde aspira precisamente a esto: crear un entorno con sede europea donde tanto entidades públicas, como centros de investigación y empresas puedan compartir datos medioambientales a un grupo selecto de participantes con seguridad, trazabilidad y transparencia para avanzar en los objetivos del Pacto Verde.
El proyecto AD4GD (All Data for Green Deal)
El proyecto AD4GD (All Data for Green Deal) lleva tres años contribuyendo a esta iniciativa bajo el liderazgo de Joan Masó, investigador del CREAF. El proyecto ha desarrollado piezas clave para este espacio de datos y ha demostrado cómo aplicarlas en tres casos piloto.
En uno de ellos, para conocer la calidad y disponibilidad del agua en pequeños lagos de Berlín. En otro, para mejorar cómo se evalúa la conectividad de los hábitats terrestres en Cataluña. En un tercero, para determinar como el uso de sensores de bajo coste puede contribuir a medir mejor la calidad del aire en las ciudades.
Con toda la experiencia acumulada, AD4GD se ha aliado con otros tres proyectos Horizonte Europa (B-Cubed, USAGE y FAIRiCUBE), en el marco del Grupo de Acción de EuroGEO para el Espacio de Datos para el Pacto Verde, para destilar conjuntamente qué aspectos debe considerar la Comisión Europea y el proyecto europeo SAGE, que és el encargado de la construcción este espacio de datos en los próximos tres años y donde el CREAF también participa, para hacerlo con éxito.
Recomendaciones para la Agenda Digital europea
Todas estas ideas han sido plasmadas en forma de recomendaciones en un policy brief colaborativo dirigido principalmente a la Dirección General de Redes de Comunicación, Contenido y Tecnología de la Comisión Europea, que son los responsables de la Agenda Digital en Europa.
Sus principales preocupaciones exploran cinco pilares fundamentales: la harmonización de los datos, su interoperabilidad semántica, la importancia de los metadatos en todo el proceso, los métodos que facilitan el intercambio de datos y los protocolos de gobernanza.
- Harmonización de los datos: se refiere a favorecer que datos de naturalezas tan dispares como una observación ciudadana y una imagen de satélite puedan convivir en la misma plataforma. Para ello, sugieren potenciar el uso de los estándares internacionales existentes, ampliarlos hacia nuevas realidades y apostar por utilizar herramientas de conversión.
- Interoperabilidad semántica: o lo que es lo mismo, que los datos sean fácilmente entendibles por personas y máquinas que los vean por primera vez. El objetivo es evitar confusiones derivadas de la ambigüedad o la ausencia de descripción de las variables científicas. Para ello proponen huir de soluciones individuales y reutilizar conceptos bien definidos agrupados en vocabularios estables pero que puedan adaptarse siguiendo instrucciones acordadas y transparentes. Así se evita que una variable como la conectividad de los hábitats signifique algo diferente entre dos grupos de investigación, instituciones o países y se pueda analizar más fácilmente.
- Metadatos: si cuidar la calidad de los datos es complicado, curar la información que los describe, explica y pone en contexto, requiere aún mayor esfuerzo. Los proyectos piden, por un lado, que esto se reconozca económicamente y, recomiendan, por otro, que esta curación se haga utilizando formatos adaptados a las necesidades de quienes los usan.
- Intercambio de datos: es el corazón de un espacio de datos. Los proyectos abogan por no dejar a nadie atrás y advierten de los retos que comporta unir bajo un mismo techo a la ciencia abierta y los datos protegidos, comerciales y sensibles. Su sugerencia es utilizar tecnologías federadas, estandarizadas y que respeten las normas GDPR en todo momento.
- Gobernanza: nada de esto puede sostenerse sin un marco de gobernanza participativo, inclusivo con todas las partes y que priorice el interés general y el caminar hacia los objetivos de sostenibilidad del Pacto Verde Europeo.