“Se multiplican las voces que claman por la necesidad de implantar la movilidad eléctrica global, lo antes posible. Los científicos climáticos advierten, que la quema de combustibles fósiles es un problema, que en vez de retroceder se agrava. En España se promete y se amenaza mucho, pero se hace poco o nada, para cambiar las tornas.”
El Calentamiento Global empeora (ver: 2017: el peor año en quema de combustibles fósiles y emisiones de CO2) y la alternativa de los coches eléctricos podría ser una solución, a la problemática emisión de gases de efecto invernadero; pero para que éstos se afiancen como una opción viable, deben entrar en juego muchos factores.
Promesas y ruegos
España está entre los últimos del continente, en cuanto a compra de coches eléctricos y aparentemente, así seguirá. No solo hacen falta prohibiciones futuras y promesas de ayudas y subsidios, sino que, son imprescindibles varios cambios más.
Por un lado, el presidente ruega que las factorías fabriquen coches eléctricos en el país, las alcaldesas de Madrid y Barcelona amenazan con prohibir la circulación de los vehículos diésel dentro de pocos años y el resto de los políticos insta a la población, a decantarse por la compra de coches eléctricos, prometiendo nuevos planes de ayudas.
Por el otro, está la triste realidad de que, los coches eléctricos son mucho más caros, que no hay suficientes infraestructuras para que se puedan recargar y lo que es peor, ante la llegada de los vehículos autónomos, las carreteras dejan mucho que desear y están mal señalizadas, por lo que el futuro de la movilidad eléctrica se ve caótico.
¿Ayudas? ¿Récords de ventas?
Lo de las ayudas para la compra de coches eléctricos parece un chiste de mal gusto. El Plan MOVEA fue un auténtico parto, que demoró 9 meses en ponerse a disposición de los usuarios y los apenas 14.6 millones de euros que ofrecía, se agotaron en menos de 24 horas.
Ahora el gobierno habla de un nuevo plan, que se llamaría MOVALT y que estaría dotado de 20 millones de €, que se repartirían entre los futuros compradores de coches menos contaminantes (eléctricos e híbridos) y otros 15, para la instalación de puntos de recarga (que, si es como el MOVEA, dependerá de los usuarios).
Mes a mes se habla de subidas espectaculares, en la venta de vehículos eléctricos e híbridos. Los porcentajes son increíbles: 300% de aumento respecto al año anterior, pero cuando se ven las cifras reales, el parque automotor en realidad tiene menos de 6000 coches eléctricos más, que el año anterior y representan apenas el 0.5% del mercado total.
¿Compras masivas?
Si se espera que haya una “fiebre de compra” de coches eléctricos, el gobierno central y los autónomos tendrán que hacer mucho más que rogar, prohibir y prometer. Se le deben ofrecer seguridades e infraestructuras a los futuros usuarios y eso no puede salir del bolsillo del comprador; tiene que haber inversiones reales, de parte de quienes, hasta ahora, solo se han limitado a hablar.
Ya que muchas de las medidas que adoptan otros gobiernos son aplaudidas fervientemente por los políticos españoles y tomadas como ejemplo, en este ámbito bien podrían emularlos: en Alemania se destinan 1000 millones de € anuales, al fomento de la movilidad eléctrica.
Un simple cálculo entre la población de cada país y lo que sus gobiernos invierten señala que: en Alemania se dedican 82,67€ por persona, para impulsar la movilidad eléctrica, mientras que en España el monto es de apenas 3,15€/persona, así que no es cuestión de riqueza, sino de voluntad de distribuirla.