No a los combustibles derivados del petróleo
La UE quiere que la fabricación de vehículos que quemen combustibles de origen fósil disminuya de manera paulatina y sean sustituidos por la movilidad eléctrica. Para ello alegan dos causas principales: el combate a la contaminación ambiental y la realidad de que en apenas unas décadas no habrá más petróleo.
El problema que se plantea es que las infraestructuras y la logística que está detrás de los combustibles derivados del petróleo no se pueden usar para la electricidad, por lo que su sustitución y la implantación de los necesarios puntos de recarga será difícil e inmensamente costosa y, además, para que el cambio resulte sostenible, las fuentes de dicha energía deberán ser renovables.
Euro 7 es la nueva normativa que la UE quiere que comience a funcionar en2025 y que, si bien no prohíbe los motores de combustión interna, endurecerá la normativa que rige su homologación, bajando los límites de emisión de CO2 de 60 mg/km a 30 para la gasolina y de 80 a 10 para el diésel.
Las principales marcas de la automoción detuvieron el desarrollo de nuevos motores de gasolina y diésel volcándose hacia la movilidad eléctrica, ya que, gracias a la enorme eficiencia de estos motores, aun consumiendo electricidad producida por centrales que quemen carbón o gas natural, las emisiones efectivas de dióxido de carbono son sensiblemente menores.
¿Qué son los combustibles sintéticos neutros en C?
Son líquidos que se pueden emplear de la misma forma que en la actualidad se usan los derivados del petróleo. Hay dos tipos: los llamados efuels se producen partiendo de CO2 y CO de origen atmosférico o industrial y sintetizándolos con Hidrógeno que se obtiene de la electrolisis del agua y los biocombustibles que se derivan de varios procesos que se aplican a la biomasa.
Tienen una densidad muy similar a los combustibles que se derivan del petróleo, su combustión es mucho más limpia por lo que genera una cantidad significativamente menor de NOx y de partículas tóxicas y tanto los motores como las infraestructuras actuales serian compatibles con su uso. Además, la producción de los efuels contribuiría a disminuir la cantidad de CO2 actual y por producir.
Además de dar nueva vida a los coches con motores tradicionales, los combustibles sintéticos neutros en carbono serían la solución ideal para aquellas formas de transporte como la aviación o la navegación que, con las limitaciones actuales de los motores eléctricos necesitarían unas baterías tan enormes que harían inviable su uso.
Por Sandra MG para el “Periódico Verde”