El gran error de la autonomía eléctrica quedó al descubierto. Se descubrió que el problema no era la batería, sino algo mucho más simple. Cada vez son más los conductores/as que se decantan por renovar su coche habitual y pasarse a una pieza eléctrica. Lo hacen por una cuestión ambiental debido a la creciente conciencia ecológica que se está dando en la sociedad.
Sin embargo, uno de los aspectos más preocupantes para los conductores cuando van a comprarse un vehículo es su autonomía, o sea, la distancia que es capaz de transitar con apenas una carga de batería. Este factor es vital a la hora de decidirse por un modelo eléctrico u otro. De hecho, se trata de un aspecto que ha ido mejorando con el paso de los años.
Se ha extendido la infraestructura de carga de este tipo de vehículos. No obstante, todavía no llega a ser suficiente para alcanzar las capacidades que estamos acostumbrados a disfrutar con los coches de gasolina o diésel.
El problema de la autonomía eléctrica era el peso, no la batería
Hasta ahora, se pensaba que lo que impedía que la autonomía eléctrica despegara era la batería del vehículo eléctrico, pero en realidad era su peso. Si los coches eléctricos fueran más ligeros, también registrarían una eficiencia energética mayor.
Bajo este marco, un grupo de investigadores noruegos han creado cables híbridos de cobre y aluminio para disminuir el peso de los vehículos eléctricos, puesto que el aluminio es más ligero que el cobre.
Este proyecto lleva el sello de Jørgen A. Sørhaug en NTNU, con la colaboración de SINTEF Manufacturing. Juntos, crearon conductores híbridos, haciendo un mix de aluminio y cobre a través de técnicas de soldadura en frío.
La solución propuesta permite aprovechar los beneficios que otorgan ambos metales sin comprometer la conductividad eléctrica ni la integridad estructural. A diferencia de lo que sucede con la soldadura convencional a temperaturas elevadas, el procedimiento en frío acota la formación de compuestos intermetálicos frágiles, que perjudican el rendimiento.
Se trata de una iniciativa distinta que puede cambiar radicalmente el lugar que ocupa el coche eléctrico en la escena global. Incluso más que esta batería ultrarrápida creada en China.
Técnica HYB, la solución definitiva para acabar con el problema de la autonomía eléctrica
La parte más innovadora del proyecto es la técnica HYB (Hybrid Metal Extrusion & Bonding). Hablamos de una metodología avanzada de soldadura en frío que consiente una unión más limpia entre el cobre y el aluminio. El procedimiento evita temperaturas altas, acotando así el desarrollo de estructuras cristalinas no deseadas que reducen la resistencia mecánica y la conductividad eléctrica.
A través de estudios microscópicos de alta resolución, los expertos pudieron confirmar que esta técnica produce capas intermetálicas delgadas y estables, lo que resulta óptimo para aplicar en vehículos eléctricos.
Potencial del sistema que puede mejorar la autonomía eléctrica
El reemplazo parcial del cobre por aluminio en piezas automovilísticas eléctrica puede ocasionar grandes cambios a nivel ambiental y energético. Para empezar, supondría una baja en el peso total del vehículo. Por ende, ofrecería una mayor autonomía eléctrica y un menor consumo.
Asimismo, implicaría un menor uso de cobre, un recurso costoso y difícil de extraer. Este escenario llevaría a la industria a realizar producciones más eficientes de elementos eléctricos, aprovechando las tecnologías de soldadura de bajo impacto como BYH.
Conjuntamente, estas innovaciones tienen el potencial de mejorar la eficiencia técnica de los vehículos eléctricos. La autonomía eléctrica podría vislumbrar una nueva era a raíz de esta investigación. En este contexto, Suecia también pretende acabar con el mayor problema del coche eléctrico, pero, en su caso, pretende hacerlo con un trasplante de cerebros.