El diseño de los aviones del futuro no se parece en nada a lo que teníamos pensado. Hay una propuesta sobre la mesa que los haría prácticamente invisibles. Ya nos quedamos sin palabras cuando supimos del nuevo combustible de los aviones, pero ahora estamos frente a una iniciativa muy distinta a lo que se ha visto hasta el momento.
Este proyecto responde a una preocupación extendida en todo el mundo que tiene que ver con el impacto medioambiental de los aviones.
La gente los necesita para transportar mercancías o a sí mismos, pero ¿emiten demasiadas emisiones perjudiciales para el planeta?
España se está volcando de lleno en un modelo de hidrógeno que probará un sistema pionero para reducir las emisiones. Todavía deben darse pasos estratégicos para que podamos ver este proyecto convertido en una realidad, pero las predicciones son buenas.
Los aviones del futuro no tienen nada que ver con lo que pensábamos: alucinante
A lo largo de los últimos años, hemos visto cómo llegaban varias referencias del avión de hidrógeno, aunque el uso de una pieza libre de emisiones que lleve pasajeros todavía se ve como algo remoto.
Se habla del año 2035, como pronto, para recibir un avión de pasajeros alimentado por pilar de combustible de hidrógeno, pero también se tiene en cuenta todavía la quema de hidrógeno, que es una manera diferente de utilizar este elemento.
Mientras ese futuro ideal llega, las pruebas de esta tecnología alternativa al queroseno siguen adelante. El hidrógeno formará parte de algunas unidades de la flota de la compañía mucho antes de la fecha estipulada. Por ejemplo, en España, se habla de una prueba en 2025 de las llamadas HyPower, que son lo que hoy conocemos como pilas de combustible a base de hidrógeno.
El objetivo es integrar esta tecnología en sustitución de la APU en uno de los Airbus A330 que trabaja en el país. Las siglas en inglés tienen la siguiente traducción: “Unidad de Potencia Auxiliar”. Estamos hablando de una turbina encargada de suministrar energía eléctrica y neumática a la aeronave cuando los motores principales se encuentran apagados.
Toma su alimento del depósito de combustible general. Esto es lo que permite, entre otras cosas, mantener las luces del interior del avión y el sistema de ventilación del habitáculo encendidos. Las personas que suban en el transporte podrán notar la transición.
Será importante contar con la presencia de un sistema auxiliar para otras funciones básicas, como el encendido de las turbinas. Esta acción hace posible que el avión funcione de manera correcta, sobre todo en el despegue.
De igual manera, sirve para abastecer energía durante el vuelo en casa de uno de los motores falle, un punto exigible en los aviones bimotor que deseen hacer caminos largos. Las pruebas con la pila de combustible Hypower aspiran a mostrar que es posible abastecer todo el entramado eléctrico durante una hora con apenas 10 kilos de H.
Tomando este dato como referencia, el ahorro de combustible fósil supondría el 5% por vuelo, con una considerable reducción de las emisiones contaminantes durante la travesía.
Cabe destacar que el generador de la pila está ubicado en el mismo sitio en el que actualmente está la cola del avión (APU).
El diseño de los aviones del futuro sorprende: muestra una nueva forma de ver esta forma de movilidad
Estamos ante una alternativa viable a la APU, el pequeño motor al que nos referimos. Para cumplir con este propósito, debe gestionarse correctamente el suministro de hidrógeno en los aeropuertos, un punto contemplado también en este programa. El transporte aéreo no es el único que presenta este inconveniente. También sucede con el marítimo y el ferroviario.
Por ahora, no es posible hablar de la descarbonización total de los aeropuertos, más allá de lo que está pasando con el diseño de los aviones del futuro. Siendo optimistas, podríamos empezar a mencionarlo allá por el año 2050.
Mientras tanto, siguen saliendo al mundo proyectos que rompen con el paradigma impuesto, como el caso de los aviones híbridos.