¿Y esto qué es?
¿Baterías de estado sólido para los coches eléctricos? Muchos creen que las baterías de estado sólido cambiarán radicalmente el mundo de los coches eléctricos. Hay dos razones principales para esto. Que tendrán una mayor densidad y capacidad energética. Y que se cargarán más rápido. También serán más seguros porque son menos inflamables. Esto implicará que los fabricantes ahorrarán peso y espacio. Puesto que prescindirán del sistema de refrigeración y de varios accesorios más.
Pero aún quedan muchas dudas. Básicamente porque la mayoría de los usuarios desconoce por completo esta tecnología. No saben exactamente qué son las baterías de estado sólido. Qué ventajas tienen frente a las de iones litio. Ni cuáles son los principales obstáculos para su uso generalizado.
Malditos electrolitos
El funcionamiento de una batería de iones de litio es bien conocido, al menos en sus aspectos fundamentales. Los electrones se mueven del ánodo (polo positivo) al cátodo (polo negativo). Y para ‘viajar’ entre los dos polos emplean un electrolito. Es decir, una sustancia capaz de conducir una corriente eléctrica. ¿Baterías de estado sólido para los coches eléctricos?
En las baterías actuales el electrolito es líquido. Pero según los expertos en breve podría ser sólido. De modo que realizará la misma función. Pero al encontrarse en un estado diferente se aumentarán los beneficios. De hecho, esta es una tecnología que ya se emplea en varios tipos de aparatos, por ejemplo, los marcapasos.
¿Qué beneficios aporta el estado sólido?
Las baterías ‘húmedas’ se calientan durante los ciclos de carga y descarga. Para regular esto y por razones de seguridad requieren una gestión térmica muy cuidadosa. En cambio, un electrolito sólido es menos sensible al calor. Por ello tiene una mayor capacidad para soportar altas temperaturas. Esta característica les permitirá a los fabricantes aumentar la potencia de carga. Y también la densidad energética. Todo ello sin comprometer la seguridad.
Esta mayor densidad energética posibilitará un aumento en la autonomía. A igual peso y tamaño, el rendimiento de las baterías de estado sólido será significativamente mayor que el de las baterías actuales. O, por el contrario, baterías más pequeñas y ligeras podrían ofrecer autonomías similares a las de los coches eléctricos actuales.
Obstáculos a superar
La tecnología de semiconductores en la que se basan estas baterías es ya es bien conocida. El principal obstáculo es establecer líneas de producción de alto volumen. Principalmente porque no es fácil crear un electrolito sólido que sea estable. Y que además resulte químicamente inerte y tenga buenas propiedades conductoras.
Además, los electrolitos sólidos tienden a expandirse durante el uso. Esto implica que pueden formarse grietas. Lo que conlleva una pérdida de rendimiento. Además, a menudo son objeto de la formación de dendritas. Estas son pequeños crecimientos que socavan la integridad del ánodo. Y su aparición reduce significativamente la vida media de la batería.
Y el peor de los inconvenientes, es como siempre el ‘vil metal’. Hasta que no se logren superar los demás obstáculos descritos, estas baterías son inviables económicamente. Se podrían colocar en cierto tipo de vehículos. Pero su empleo generalizado necesitarán mucha más investigación, innovación e inversión. ¿Baterías de estado sólido para los coches eléctricos?