Una bicicleta eléctrica con pedaleo asistido, también conocida como e-bike es una bicicleta equipada con un motor eléctrico que se activa mientras pedaleas. A diferencia de las bicicletas tradicionales, las e-bikes proporcionan una asistencia adicional, facilitando los desplazamientos y haciendo más llevaderos los terrenos inclinados o largos trayectos.
El sistema de pedaleo asistido en una bicicleta eléctrica funciona gracias a varios componentes integrados que trabajan en conjunto:
- Sensor de pedaleo: Detecta cuando se está pedaleando y a qué velocidad se hace. Este sensor puede estar situado en los pedales o en el eje del pedalier.
- Motor eléctrico: Generalmente ubicado en el buje de la rueda o en el eje del pedalier, el motor proporciona la potencia adicional cuando se detecta el pedaleo.
- Batería: Proporciona la energía necesaria para el funcionamiento del motor. Las baterías suelen ser de iones de litio y tienen una capacidad que varía según el modelo de la bicicleta.
- Controlador: El cerebro de la bicicleta, que regula la cantidad de asistencia que se proporciona según la configuración elegida y la información recibida del sensor de pedaleo.
Cuando se comienza a pedalear, el sensor envía una señal al controlador, que a su vez activa el motor eléctrico para proporcionarte una asistencia proporcional al esfuerzo que estás haciendo. La cantidad de asistencia se puede ajustar mediante un panel de control o una pantalla situada en el manillar.
Bizi Zaragoza y sus bicicletas eléctricas
El servicio de pedaleo asistido de Bizi Zaragoza ha superado ya los 30.000 abonados a día 14 de abril y ha posibilitado que el transporte en bicicleta eléctrica se convierta en un referente de movilidad en la capital aragonesa, al superar en número de usuarios a los vehículos de movilidad personal (VMP), quienes les superaban antes de enero.
Así, respecto al 65 % de VMP que imperaba en Zaragoza a principios de año, frente al 35 % de bicicletas, se ha producido un giro sustancial del 60 % de ciclistas (la mitad, de este nuevo servicio) y un 40 % de usuarios de VMP a mediados de abril. En lo que respecta a las tarifas de los beneficiarios, más de la mitad hacen uso del abono anual y, el resto, de mensuales, diarios y ocasionales.
Una situación favorable para la implantación de nuevos carriles bici y el resto de estaciones planeadas en los diferentes distritos de la ciudad, cuya instalación comenzará previsiblemente en mayo. Entre las ya existentes, es la de plaza España la que registra un mayor número de usos, seguida de la del paseo Echegaray y Caballero y la avenida Gómez de Avellaneda.
Entre los trayectos más concurridos en bicicleta en días laborables, sobresale el tramo de paseo Sagasta con plaza de España y el Coso/San Lorenzo con el paseo de la Ribera, mientras que, en jornadas festivas, el trayecto entre plaza de España y plaza de San Francisco se eleva junto al habitual entre paseo Sagasta y plaza de España.
Abril está siendo un mes de récord para el servicio Bizi, que alcanzó su pico de usos el pasado día 10 con 14.400 viajes, lo que implica que cada bicicleta se empleará, de media, unas 13 veces diarias, y que llega a las 665 si contamos los 3 meses de vida con los que cuenta el nuevo servicio Bizi.
Respecto al perfil del usuario, casi un tercio de los consumidores se encuentra en la horquilla entre los 19 y los 29 años, seguida de cerca por los adultos de entre 30 y 44 años, y de 45 a 59 años. Respecto al número de beneficiarios mayores de 60 años, estas cifras superan ya los 3.000 abonados a las bicicletas.
El trayecto medio, de 11 minutos de duración, incluye una distancia de 1,64 kilómetros, y las horas punta de empleo suelen sucederse a las 8.30, las 15.30 y las 20 horas. «Un dato que crecerá conforme se vaya extendiendo el sistema» en los distritos que todavía no cuentan con estación propia, según ha señalado la consejera municipal de Transporte, Tatiana Gaudes. EFE / ECOticias.com