¿Sabías que existe un coche de energía nuclear con una autonomía de 8.000 kilómetros? Iba a ser el fin de la contaminación, pero sucedió algo inesperado. El primer vehículo eléctrico que no necesita recargarse fue todo un descubrimiento hacia la autonomía infinita, pero este “nuevo” caso está acaparando titulares y no es la primera vez.
En estos momentos, el ser humano está pasando por una intensa transición energética en la que se busca de manera desesperada nuevas maneras de obtener energía. La contaminación ha llegado a niveles muy altos incidiendo en el aire que respiramos.
Varias naciones, como Europa, han dado la voz de alarma para que aparezcan en escena nuevas formas de movilidad. Por ahora, los modelos de hidrógeno y de electricidad han llevado la delantera, pero de comercializarse esta pieza podría haber una auténtica revolución en el mercado.
La autonomía del coche de energía nuclear es sorprendente: ¿el mundo está preparado?
Cadillac WTF es el primer coche de energía nuclear. Puede estar 100 años sin repostar, un dato que echa abajo el principal problema que presentan los automóviles eléctricos y de hidrógeno: la autonomía. De hecho, aunque parezca un concepto nuevo, no es la primera que esta posibilidad se explora.
Fue un prototipo real que volvió a ser investigado. Varias veces se ha vuelto sobre este concepto. El caso más conocido fue el modelo Ford Nucleon, presentado en 1958 como un modelo a escala de lo que podría ser un coche equipado con un reactor nuclear, otorgando al vehículo de una autonomía de 8.000 km.
Pero el proyecto de Ford solo quedó en una buena idea. Medio siglo después, en 2009, un diseñador independiente volvió a realizar una propuesta, aprovechando el centenario de la marca estadounidense (aunque llegó siete años después): Cadillac WTF. Sus siglas significan World Thorium Fuel.
El torio se trata de una sustancia radioactiva que existe de forma natural y está ubicada en pequeñas cantidades de rocas, tierra y agua. Expuso la idea imaginando cómo sería utilizar este combustible para mover un automóvil.
El coche de energía nuclear podría ser posible: su autonomía es brutal
Era un ejercicio conceptual, por lo que no hubo restricciones a las necesidades propias de un modelo de producción real, permitiendo desarrollar una pieza pintoresca. Su diseño se destacó por tener formas muy exagerados que disponían de reminiscencias al lenguaje de diseño propio de la firma.
Esto queda patentado sobre todo en el frontal, instancia en la que el logotipo de Cadillac era el protagonista con una enorme parrilla de forma pentagonal invertida. Dicho logotipo se formó por lamas cromadas horizontales y estaba inspirado en los modelos de la marca de entonces.
Es más, entre los listones iban integrados los faros, una iniciativa que adelantaba el formato de los pilotos que utiliza en la actualidad Hyundai Tucson.
El puesto de la conducción tenía una estilizada cúpula que, ante la ausencia de puertas, probablemente se abría de forma completo para permitir el acceso a su interior, como lo hizo años más tarde el modelo Renault Trezor.
El impresionante mundo del coche de energía nuclear sigue sorprendiendo
En sí, el cuerpo del automóvil se presentaba como un concepto futurista. Tenía una figura estilizada, delgada y minimalista que hacía todavía más llamativas sus grandes ruedas. Además, estas no eran tradicionales, sino todo lo contrario.
Cada una tenía seis ruedas muy finas y en su interior disponían un motor de inducción. Asimismo, en la parte central estaba montado el reactor nuclear que actuaba como corazón de la máquina. Gracias a este artefacto, y sus resistentes materiales, su creador defendía que tenía una vida útil de 100 años aun usándolo a diario.
Ha resultado de lo más inesperado que una idea tan futurista y llamativa haya quedado en olvido durante 50 años y que, aun regresando en 2009, solo se haya investigado la idea, pero comercializado.
Parece que nos tocará esperar todavía más para ver en acción el coche de energía nuclear con una autonomía increíble. Mientras tanto, tendremos que “conformarnos” con modelos como los FORD eléctricos.