Suecia ha cumplido una de las promesas que los conductores más esperaban. Ha traído ante el ojo público coches eléctricos que alimentan redes de energía. La carrera hacia el futuro de la movilidad sostenible no es algo que se vive en despachos de oficinas. Lo vemos todos los días en vivo y en directo en las calles y concesionarios. Vehículos híbridos y eléctricos buscan su lugar en un mercado variado y competitivo. Las baterías que alimentan a los coches eléctricos son el corazón de su tecnología. Es uno de los elementos en los que más énfasis se pone en la industria.
Carga, elemento vital para los coches eléctricos
Tras descubrirse cuál es el coche eléctrico para ciudad más barato, ha salido a la luz una novedad impensada sobre la carga de los coches eléctricos. Las baterías que abastecerán a las piezas automovilísticas del futuro ya atesoran en su interior alta tecnología que está transformando el mundo que conocemos.
El mercado ya presume de innovaciones que hasta hace unos años hubiéramos pensado que eran imposibles. Algunas compañías incluso han creado baterías que se cargan en minutos, junto con potencias apoteósicas. La carga de la batería de los coches eléctricos es uno de los aspectos más importantes que harán que este tipo de movilidad prospere.
De hecho, una de las razones por la que muchos usuarios del mundo todavía se muestran reticentes a la idea de comprar una unidad eléctrica es por la falta de infraestructura. La llegada de una carga ultra rápida y el establecimiento de una infraestructura de carga óptima no son caprichos, sino necesidades crecientes.
A esta ecuación se suma una nueva necesidad “desbloqueada” por Suecia, donde ahora los coches eléctricos también alimentarán las redes de energía.
Suecia eleva el estándar de los coches eléctricos
Volvo, empresa de Suecia, se ha animado a la carga bidireccional. Propuesta con la que ha redefinido lo que pueden ofrecernos los coches eléctricos. Su Volvo EX90 es la materialización de que un nuevo futuro automovilístico es posible. Se mueve, sí.
Pero también gestiona y comparte energía, transformándose en un auténtico centro energético móvil. A través de esta propuesta, el SUV eléctrico se ha convertido en un activo funcional. Una pieza capaz de proteger el hogar, optimizar el consumo energético, producir ahorro económico y hasta cooperar con la red eléctrica.
Conducir con el EX90 implica interactuar con el entorno energético y formar parte de un modelo más sostenible. Durante los primeros años de vigencia de los coches eléctricos, su existencia se ha asociado con la de productos receptores pasivos de energía.
La única intención al enchufarlos era recargar la batería del automóvil. Pero esta pieza automovilística gestada en Suecia cambia este paradigma. Su batería almacena energía y, además, devuelve electricidad al hogar, a la red eléctrica y a otros dispositivos.
Dicha capacidad transforma al vehículo en un activo energético, que reinterpreta el concepto de propiedad. Siguiendo esta línea, Volvo ha logrado que la nueva funcionalidad de sus coches eléctricos sea algo simple e intuitivo. El procedimiento es tan sencillo como conectar el coche a la red o la red. Su sistema se encarga de todo lo demás.
Suecia nos abre un nuevo abanico de posibilidades con los coches eléctricos
Entre los empleos más inmediatos y prácticos de la carga bidireccional se encuentra el Vehicle-to-Home (V2H). Una función que permite que el vehículo de Suecia abastezca de forma directa el hogar.
Por medio de su batería de 111 kWh, el EX90 tiene capacidad suficiente para cubrir las necesidades energéticas de una vivienda media española durante varios días. Esto sin necesidad de que los usuarios recurran a la red eléctrica.
El enfoque futurista se siente aún más con la función Vehicle-to-Grid, tecnología que hace posible que el vehículo devuelva energía a la red eléctrica en instancias de alta demanda. De esta manera, Suecia de la bienvenida a un nuevo paradigma coches eléctricos que alimentan redes de energía, cumpliendo la promesa que hizo años atrás de una carga bidireccional. Mientras tanto, Estados Unidos imagina otro futuro para el coche eléctrico.
















