Los motores eléctricos y de hidrógeno salen del sector del transporte antes de que podamos darnos cuenta. Aseguran que existe otra alternativa más futurista, potente y limpia. En la carrera global para acotar las emisiones y redefinir el transporte, los coches eléctricos y de hidrógeno se han posicionado durante un largo tiempo un lugar vital.
Sin embargo, una nueva innovación está destacándose tanto que podría dejarlos de lado antes de que puedan empezar a mostrar su valía. El transporte corresponde a uno de los sectores que produce a nivel general un mayor número de gases de efecto invernadero.
Por este motivo, se están llevando adelante diferentes medidas para descarbonizar la movilidad. Una de ellas es el reemplazo de combustibles fósiles por gas natural comprimido (GNC) o licuado (GNL). Esta forma de combustible atesora un gran potencial.
Es capaz de mitigar el gasto en combustible y las emisiones de gases contaminantes de manera significativa. Otra alternativa que se baraja es el GLP o autogas, al que se recurre cuando se utiliza el GLP como carburante de automoción.
Sus beneficios principales son el ahorro financiero en combustible (que puede acotarse hasta un 40%), el menor coste de mantenimiento. No obstante, todas estas opciones se hacen pequeñas ante una disyuntiva diferente que podría marcar el camino de los nuevos motores.
Despedida final para los motores eléctricos y de hidrógeno: este es el verdadero futuro
Se ha llegado a decir que la levitación magnética es el futuro de los motores, pero en realidad podría radicar en la ignición por plasma. Se trata de tecnologías emergentes que proporcionan un enfoque fresco y de alta eficiencia cero emisiones.
La ignición por plasma está reconceptualizando la manera en la que los motores de combustión interna queman combustible. Este método reemplaza las bujías tradicionales por descargas eléctricas de alta frecuencia y voltaje que originan un ambiente altamente ionizado en la cámara de combustión.
Estos pulsos electrónicos de plasma tienen como resultado una combustión más completa y uniforme del combustible, ya sea que se use gasolina, etanol o biocombustibles. Su flexibilidad de combustible y su eficiencia de combustión mejorada son los factores que permiten que el encendido por plasma sea tan disruptivo.
Una tecnología capaz de dejar de lado a los motores eléctricos
El uso de esta tecnología proporciona un mayor rendimiento del motor y, a su vez, disminuye las emisiones. Los sistemas de encendido por plasma consienten que los motores térmicos puedan rivalizar o hasta superar los mecanismos eléctricos y basados en hidrógeno que hoy están ganando tanta popularidad, especialmente en el sector industrial y de transporte pesado.
Particularmente, el encendido por plasma no está pensado solo para piezas nuevas. También alberga el potencial de modernizar motores ya existentes, permitiendo que millones de vehículos bajen su impacto ambiental sin necesidad de desecharlos.
Dicha incompatibilidad con la infraestructura actual podría conseguir que la ignición por plasma modifique el paradigma impuesto durante el actual proceso de transición energética.
Obstáculo que impide que los motores de este combustible avancen
Pese a sus grandes ventajas, la ignición por plasma se enfrenta con un problema aún sin solución: su alto costo. A partir de ahora, cada sistema reporta un precio de alrededor de $10 000, especialmente a causa de la intrincada electrónica y los elementos de elevada precisión óptimos para su funcionamiento.
Por su parte, los fabricantes de automóviles y proveedores de esta tecnología ya están trabajando de forma activa en la escala de esta producción y la mejora de sus diseños, con el solo propósito de bajar considerablemente los costos de los próximos años.
Aunque tiene potencial para dejar de lado los motores eléctricos y de hidrógeno, todavía tendremos que esperar para ver esta tecnología en su máximo esplendor. Mientras tanto, Ferrari hará lo inimaginable: sus motores dejarán la gasolina para quemar partículas de agua.