En pleno proceso de descarbonización del transporte, surge una opción sostenible y lujosa que sorprende incluso a los expertos. Surcar el mar siempre ha sido uno de los grandes sueños de la humanidad. Perderse en lo más profunda de las aguas, visualizar especies exóticas y descubrir el misterio del océano parece una propuesta más que atrayente.
Por eso, el ser humano ya ha sido testigo de varias soluciones marítimas de pasajeros y carga. Cruceros que pasan por el Atlántico, lanchas turísticas y ultrayates de lujo. Este último sector es el favorito de las celebrities y los multimillonarios cuando el clima agradable acompaña.
Las personas de estos circuitos viven momentos inolvidables en Portofino, se deleitan en las aguas de Formentera, transitan las islas griegas y atracan en los puertos más arrolladores del Mediterráneo.
Sin embargo, esos veranos aparentemente perfectos mecidos por las olas, transitando los parajes naturales más imponentes, tienen un trasfondo desolador para el planeta. Una gran parte del CO2 (gas de efecto invernadero) proviene de su actividad, por lo que su estampa idílica se opaca con esta realidad dolorosa.
Demuestran que disfrutar de un transporte lujoso y sostenible es posible
Pero un nuevo lujo ha hecho su irrupción para demostrarnos que es posible combinar el lujo con la sostenibilidad. De hecho, ambos conceptos están cada vez más cerca. El transporte del que hablamos es el ostentoso Element One (EO-Y), del equipo de investigación y desarrollo germano Makeniq Design.
Hablamos de una embarcación elaborada sobre un casco de catamarán ideado para aprovechar lo máximo posible la energía de los elementos: sol, viento y agua. El objetivo mayoritario es ofrecer una experiencia de navegación lo más eficiente posible.
Las piezas que preceden a este análisis (Solar Impact Yacht, SICAT 80 y SISWATCH 78) también proponen un tipo de propulsión similar. La meta de las creaciones anteriores era la misma: reducir el impacto ambiental. Pero el EO-Y busca algo más.
Este transporte ostenta una apariencia lujosa y busca liderar la electrificación marítima con números de rendimiento impactantes. Para esto y con el propósito de ser lo más sostenible posible, también emplea el hidrógeno como fuente de abastecimiento.
Además, utiliza los elementos naturales ya mencionados. Una propuesta que, en definitiva, pretende agilizar el proceso de descarbonización del transporte marítimo como trata de hacer el Tesla de los barcos, pero sin resignar el lujo característico de los yates.
Cómo es el yate de lujo que cambiará el rumbo del transporte marítimo
El diseño de Element One toma el diseño de un catamarán, pero aplica la mejora de un conjunto de cascos que permanecen escondidos bajo el agua y conforman una superestructura que perfecciona la estabilidad, seguridad y eficiencia del medio de transporte. Proporciona un diseño elegante con dos plantas al aire libre con un techo movible controlado electrónicamente.
Asimismo, el techo se pliega para fusionarse con el resto del banco cuando no se usa. Muestra otras estructuras móviles en forma de alas que registran una separación de la cubierta principal para dejar ingresar la luz natural. La superficie exterior del yate se encuentra recubierta por 200 metros cuadrados de placas solares.
Sobre estas placas recae la responsabilidad de convertir la luz solar en energía para brindar suministro a todo el yate. También cuenta con un sistema de energía complementario de hidrógeno que tiene incorporadas dos celdas de combustible de 168kW y una totalidad de 5950 kWh de almacenamiento.
Autonomía del transporte de lujo verde EO-Y
Para realizar una correcta y segura gestión de la energía, el modelo EO-Y contempla la última tecnología, con un método de gestión de la energía y un sistema operativo propio. Cabe destacar que todas las maniobras a bordo pueden ejecutarse de forma autónoma de ser necesario.
Respecto a la autonomía, Makeniq advierte que, a mayor velocidad, menor rango, lo mismo que ocurre con los coches eléctricos. Este transporte vislumbra una novedad en cuanto a esto y es que, a una velocidad de crucero de apenas 5 nudos, el EO-Y se traslada al modo de autonomía ilimitada.
Eso lo logra equilibrando de forma eficiente el método de propulsión eléctrico y las celdas de combustible de hidrógeno para desarrollar energía constante destinada a los motores. Pese a que el Element One es todavía un concepto, la industria náutica ya trabaja con otras piezas futuristas como paneles solares gigantes o hidroalas.
Este transporte demuestra que es posible unificar el lujo con la sostenibilidad, algo que se había puesto en duda a raíz de una información impactante sobre los millonarios. Aseguran que generan más emisiones de carbono en 90 minutos que una persona ‘normal’ en toda su vida.
