Stellantis le declara la guerra abierta a China. Podría hundir todas sus pretensiones en el terreno de los coches eléctricos en apenas 18 minutos. En estos momentos, los vehículos eléctricos procedentes de China están ganando una gran popularidad a nivel global, incluso en el mercado estadounidense.
El país oriental propone el uso de tecnología avanzada a precios razonables, por lo que la competencia con sus oponentes es feroz. Algunas de las firmas más conocidos bajo este marco son BYD, Xpeng y Li Auto.
Estas marcas han producido vehículos eléctricos con características asombrosas: capacidad suficiente para recorrer grandes distancias, tiempos de carga rápidos y sistemas avanzados de asistencia a la conducción.
Bajo este marco, el precio propuesto por las compañías chinas suele ser más acotado que el expuesto por fabricantes occidentales. El mercado chino de coches eléctricos seguirá creciendo en los próximos años con un incremento en la demanda de coches ecológicos y alternativas rentables.
Ante la búsqueda de los consumidores de piezas eficientes y económicamente viables, los fabricantes de China están encontrando un nicho de mercado dispuesto a consumir sus productos de forma masiva.
Tanto es así que Tesla, fabricante estadounidense de coches eléctricos por excelencia, está perdiendo peso en su propio campo. Ahora Stellantis está dispuesta a desbancar a China en sus intentos por controlar el sector.
Stellantis tiene un plan para dinamitar los avances de China en materia de coches eléctricos
Después del furor causado por el coche eléctrico más vendido en China, Stellantis ha decidido destruir las ilusiones de China con una nueva tecnología capaz de opacar las grandes promesas asiáticas. Stellantis y Factorial Energy están diseñando baterías de coches eléctricos capaces de cargarse en 18 minutos.
El grupo automotriz creado por Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y el Grupo PSA, Stellantis y el fabricante estadounidense de baterías Factorial Energy, anunciaron la validación de unas celdas de batería de estado sólido que permiten la recarga de entre el 15 y el 90% de la batería en 18 minutos a temperatura ambiente, con una tasa de descarga de 4C.
La mayoría de las baterías compuestas por iones de litio aguardan un electrolito líquido que, pese a ser sumamente eficiente en el transporte de iones entre el cátodo y el ánodo, presenta el problema de que puede reaccionar y ser inflamable si llega a generarse un daño físico o uso inoportuno.
Por este motivo, la variante de estado sólido se torna como una opción más segura y eficaz capaz de reemplazar a su homóloga líquida.
Stellantis logra lo que China aún no ha podido conseguir
Esta batería de estado sólido puede funcionar a temperaturas que varían entre los –30 y 45 grados haciendo uso de la ingeniería científica y los recursos basados en IA de Factorial Energy.
Con dicha disposición, superan las limitaciones pasadas de estado sólido y abre un nuevo abanico de posibilidades para disfrutar de mejores prestaciones en climas variados.
La célula validada por las compañías atesora 77 Ah y una densidad energética de 375 Mh/kg, rebasando la media actual de 200 a 300 Wh/kg. Dichos rasgos logran que la tecnología sea óptima para coches de alto rendimiento. Por ende, Stellantis escogió el Dodge Charger Daytona como vehículo de prueba para esta batería.
La batería de Stellantis con la que China solo sueña
La asociación de ambas empresas tiene su origen en el año 2018, en la época de Fiat-Chrysler, cuando Factorial trabajaba con celdas de 20 Ah. A día de hoy, han progresado hacia formatos de hasta 100 Ah, aunque la versión de Stellantis registra 77 Ah.
Stellantis le declara la guerra a China con esta nueva batería capaz de quedar recargada en 18 minutos. Un invento que podría marcar la diferencia en un sector de fuerte competencia, con modelos como el coche eléctrico asiático que raya la perfección a la cabeza.