Suecia se destaca en el campo de la sostenibilidad y las energías renovables. El país nórdico ha llevado adelante diferentes acciones para luchar contra el cambio climático. Durante los últimos años, ha mostrado un ferviente compromiso con la sostenibilidad, el crecimiento económico y la protección del medioambiente. Entre los aspectos más destacados de sus medidas, están los aplicados sobre la movilidad sostenible. Bajo este marco, Suecia trató de destacarse con un experimento que revolucionaría al mundo.
Quería hacer esto con sus carreteras, pero el resultado no fue el esperado
Tras hallar una mina infinita de energía bajo el mar, Suecia vuelve a colocarse en el centro de la escena. Esta vez porque trató de electrificar 20 km de carretera para cargar coches eléctricos en movimiento. Las autoridades suecas querían ser pioneras y electrificar con recarga en movimiento una carretera de Suecia.
Concretamente, los 20 km del tramo Hallsberg–Örebro de la E20. No obstante, su plan ha sido cancelado. A principios de 2025, la administración de transportes sueca expuso que el proyecto se había quedado sin financiación, terminando su viabilidad.
La iniciativa ya había sido interrumpida en 2024. Por otra parte, la licitación había sido cancelada en agosto de 2023 debido a un aumento de costes y falta de fondos. Esto a pesar de que era un proyecto candidato a transformarse en la primera e-carretera permanente del país.
Pese a este dato, había esperanzas de que volviera a resurgir, pero finalmente no pasó. A pesar de esta decisión, Suecia es un referente en este sector. Se lo debe a la isla de Gotland, donde el proyecto Smartroad Gotland culminó en 2023 una demostración de 1,6 kilómetros.
Lo hizo con carga inductiva para autobuses y camiones entre el aeropuerto y Visby. Los resultados fueron excelentes. Obtuvieron financiación de la administración sueca.
Objetivos que Suecia deja atrás
Suecia deja atrás su deseo de construir la primera carretera eléctrica del mundo, donde los coches y camiones pueden recargarse al circular. La carga dinámica permite recorrer distancias más extensas con baterías más pequeñas.
Con este método, se pretendía evitar esperas en estaciones de carga. Su construcción estaba prevista para este año. Vislumbran tres tipos de recarga: sistema de catenaria, sistema inductivo y sistema conductivo. El sistema de catenaria solo puede emplearse sobre vehículos pesados.
Emplea cables aéreos para brindar abastecimiento eléctrico a un tipo especial de autobús o tranvía. La carga conductiva actúa como una almohadilla de carga para teléfonos inteligentes. No se enchufa como un cargador. En su lugar, albergan una almohadilla o placa en la carretera.
Una vez que el vehículo se sitúa encima, la almohadilla carga el vehículo de manera inalámbrica. El sistema de carga inductiva usa un equipo potencial enterrado bajo la carretera que manda electricidad a una bobina en el coche eléctrico. La bobina del coche usa esa electricidad para cargar la batería.
¿Francia tomará el relevo de Suecia?
Suecia está replanteando su hoja de ruta. Momento que Francia está aprovechando para llevar la inducción dinámica a una autopista de servicio. En el periodo comprendido entre enero y abril de 2025, Vinci Autoroutes instaló bobinas bajo el carril derecho de la A10. A la altura de Angervilliers, en un tramo de 1,5 kilómetros.
Las pruebas con tráfico se desplegarán por fases. El proyecto, que cuenta con el respaldo de la Universidad Gustave-Eiffel y Hutchinson, dispone de financiación pública. Italia y Noruega también tienen interesantes proyectos piloto activos.
Europa está cambiando el dibujo de su mapa debido al avance de la transición energética. Descarbonizar el sector de la movilidad es crucial para cumplir con los objetivos europeos y globales. En Suecia intentaron un experimento que revolucionaría el mundo, pero salió mal. Aunque no todo está «perdido» para el país. En contraposición, está construyendo “armas” de madera de 200 metros.