Toyota ha sorprendido en varias oportunidades apostando por piezas automovilísticas revolucionarias, como fue el caso del híbrido Yaris Cross. Sin embargo, en esta oportunidad se ha pronunciado acerca de un polémico combustible. Ante el avance del cambio climático y el calentamiento global, es de suma importancia recurrir a fuentes de energías alternativas a los combustibles fósiles.
Esto deja fuera de juego a un amplio repertorio de vehículos que nos han acompañado durante años. Europa tiene planes de prohibir la venta de vehículos con motores de combustión para 2035, con una revisión previa de su pretensión en 2027. Un objetivo que pone en alerta a marcas de renombre.
Para estar a la altura de las circunstancias, deben adecuarse al contexto actual y empezar a explorar nuevas alternativas. En este contexto, hace un tiempo apareció una noticia que involucraba a Toyota y un polémico combustible.
¿El motor de amoníaco es una posibilidad para Toyota?
Hace un tiempo atrás, salió a la luz la noticia de que Toyota apostaba por motores de amoníaco en su estrategia multitecnológica. Concretamente, se hablaba de un motor de amoníaco desarrollado en colaboración con el fabricante estatal chino GAC Group. Un motor de combustión interna que utilizaría el amoníaco como su principal fuente de combustible.
Asimismo, aparecieron presuntas declaraciones de Akio Toyoda, presidente de Toyota, donde aseguraba que el motor de amoníaco sería “el fin de los vehículos eléctricos”. Este prototipo de motor emplearía amoníaco líquido como combustible. Una pieza de cuatro cilindros y dos litros que llegaría a una potencia de 161 CV y una reducción de las emisiones de carbono del 90%.
Toyota niega su vinculación con el motor de amoníaco
Sin embargo, Toyota ha desmentido a este diario su vinculación con esta noticia, asegurando que la compañía japonesa no tiene relación alguna con el motor de amoníaco. “No tenemos nada que ver con eso”, fueron las palabras textuales aportadas por Toyota.
Toyota cree en el hidrógeno como combustible del futuro
Al contrario, Toyota sí apuesta fuertemente por el hidrógeno para el que tiene grandes planes de futuro. Un claro ejemplo es el Toyota Mirai FCEV, un vehículo eléctrico que funciona en base a hidrógeno y solo genera agua como residuo. De hecho, Mirai significa “futuro” en japonés. En un mundo contaminado, Toyota apuesta por la diversidad tecnológica, demostrando que la neutralidad de carbono no alberga una única solución.
La firma japonesa trabaja arduamente para que sus clientes tengan al alcance de su mano tecnológicas eficientes a la par que sostenibles, muchas de las cuales todavía se encuentran en desarrollo.
La compañía comenzó a investigar y trabajar en celdas de combustible en 1992, aunque el Mirai no fue lanzado al mercado hasta 2014. En 2021 llegó su esperada segunda generación, con una nueva tecnología Fuel Cell. Cabe destacar que la tecnología de Toyota también ha llegado a camiones y otros vehículos de transporte pesado y larga distancia. Es más, también se está investigando su aplicación para la producción en el ámbito doméstico con cartuchos intercambiables de hidrógeno.
Otro ejemplo claro de la apuesta de Toyota por el hidrógeno es GR Corolla H2, el primer vehículo de carreras que utiliza hidrógeno líquido como combustible. Esta pieza debutó en la carrera de 24 horas NAPAC Fuji, de la serie Super Taikyu. En la carrera, el presidente de TMC, Koji Sato, y el presidente de la ACO, Pierre Fillon, trazaron los puntos fundamentales para una futura categoría automovilística neutra en carbono las 24 Horas de Le Mans.
En definitiva, Toyota dice “sí” a la variedad tecnológica apostando por nuevos combustibles. Sin embargo, el motor de amoníaco no entra en sus planes.