En una Comunicación remitida por la Comisión Europea al Parlamento y Consejo Europeos bajo el título “Descarbonización de las Flotas de Vehículos” ha anunciado su intención de promover en el segundo semestre de 2025 una propuesta legislativa para “aumentar la proporción de vehículos de emisión cero en las flotas corporativas”, especialmente de camiones.
El objetivo de esta medida es “aportar importantes beneficios en términos de reducción de emisiones, competitividad para los fabricantes de equipos originales europeos y, si se acompaña de políticas adecuadas, también en términos de equidad en la transición climática”.
Así la Comisión considera que aunque ya haya medidas que se pueden adoptar a nivel nacional, regional y local para distintos tipos de flotas corporativas y que aportan beneficios inmediatos; sin embargo, una iniciativa legislativa a nivel europeo puede proporcionar el marco jurídico necesario a largo plazo en todo el sector del automóvil “con miras a una adopción acelerada de vehículos de cero emisiones en las flotas corporativas”.
Pero parece que no todos están de acuerdo con estas medidas destinadas al establecimiento de una cuota de camiones eléctricos ‘fuerce’ un aporte de las empresas para que Europa se encamine a la descarbonización con mayor rapidez y eficiencia.
Los camiones eléctricos son una buena idea, pero no hay infraestructuras y la burocracia no ayuda
El máximo responsable de la multinacional logística alemana DHL, Tobías Meyer, se mostró «muy escéptico» ante la idea de introducir cuotas de camiones eléctricos en las flotas de los operadores para impulsar la descarbonización del transporte rodado de mercancías.
«Somos muy escépticos y no creemos que las cuotas sean una buena idea», dijo Meyer en una conversación con varios medios de comunicación en Bruselas, a propósito de una de las vías que explora la Comisión Europea para acelerar la penetración de los camiones eléctricos en el mercado.
El consejero delegado de la filial DHL Group de Deutsche Post indicó que muchos países de la UE tienen problemas de capacidad de red, lo que se suma a la falta de estaciones de carga para camiones y de espacio para instalar esas conexiones en los aparcamientos donde reposan los conductores.
Meyer citó como ejemplo Países Bajos, donde DHL ha pedido más acceso a red en 19 sitios, solo han conseguido uno de los permisos y en otro les han dado fecha para 2034. «Preguntaría: ¿Cómo lo hacemos en Países Bajos? ¿Cómo operamos esos camiones? No está en nuestras manos. Es un mercado regulado. Las cuotas no tienen sentido porque no puedes conseguirlo técnicamente», señaló el directivo alemán.
En su opinión, una empresa como DHL aún podría cumplir con un sistema de cuotas si se aplicara en toda la UE, pues tendría flexibilidad para compensar las flotas de unos países con otros, pero no tiene sentido si se trata de un operador local.
«Creo que no se ha pensado bien a fondo», agregó el máximo responsable de DHL, más proclive a esquemas donde se pague, por ejemplo, por emisiones por kilómetro, de forma que se pueda usar un camión eléctrico con un generador diésel como mecanismo de seguridad, que solo pague cuando ese generador esté en funcionamiento y emita CO2.
En líneas generales, Meyer criticó el exceso de burocracia, pues cada obligación administrativa es «como una piedra en la mochila» que sumadas unas y otras a través de décadas «se convierte en un problema económico para Europa» que merma las inversiones, lo que hace que la Unión Europea pierda terreno frente a EE. UU. o China. Se trata además de un problema que «se ha acelerado, definitivamente, en las dos últimas décadas», agregó. EFE / ECOticias.com