Además del trauma cerebral, el cuerpo de Gigi presentaba parásitos en su totalidad, una rara enfermedad llamada aspergilosis, que es similar a la neumonía en seres humanos, y pesaba una cuarta parte de su peso normal, tal y como contó Missy Dubuisson, fundador y director de Wild at Heart a The Dodo.
Entre la vida y la muerte apareció Gigi, un precioso ejemplar de búho de cuernos, en el centro de rescate Wild at Heart, en Mississippi, a finales de mayo, tras haber sufrido un grave accidente por el cual su cabeza quedó significativamente dañada, probablemente como resultado de haber sido golpeada con un coche.
«El de esta ave es uno de los casos más graves a los que me he enfrentado en mi vida».
Además del trauma cerebral, el cuerpo de Gigi presentaba parásitos en su totalidad, una rara enfermedad llamada aspergilosis, que es similar a la neumonía en seres humanos, y pesaba una cuarta parte de su peso normal, tal y como contó Missy Dubuisson, fundador y director de Wild at Heart a The Dodo.
En un primer momento, se temió por su vida. De hecho su recuperación se considera casi un y este milagro se obró, en parte, por la rápida actuación del equipo de veterinarios y, en especial, de Doug Pojeky, quien cuidó de Gigi hasta su recobrarse por completo sin perder la esperanza.
Gracias a sus cuidados y su preocupación, Gigi estableció un vínculo muy especial con su rescatador hasta tal punto que llegó a deprimirse durante los días en que Pojeky tuvo que ausentarse para viajar a Michigan a visitar a su familia.
El día de su regreso fue cuando sucedió lo inesperado y lo que ha dado lugar a la increíble instantánea que encabeza este artículo.
Gigi se avalanzó sobre Pojeky, desplegó sus alas para abarcarlo y apoyó su cabeza sobre su hombro en lo que se interpreta como un gesto de agradecimiento (un abrazo) hacia la persona que le salvó la vida.
De momento, Pojeky seguirá sirviendo de apoyo de Gigi hasta que ésta se recupere por completo. Cuando eso suceda, se pondrá en libertad devolviéndola a su hábitat natural.
ep
