“Hace unos pocos días, los seguidores de Frank Cuesta se enteraron por un escueto comunicado que apareció en las redes sociales, que el presentador de “Wild Frank” dejaba de ser miembro de SCS, una fundación que se dedicaba a rescatar animales y luchaba a brazo partido contra el tráfico ilegal.”
¿Qué pasó?
Al día siguiente, en un video que Frank transmitió mediante su canal de YouTube explicó que pasó lo previsible. Que como ya se lo imaginaban él y su productora, el programa en el que demostró de forma más que evidente, cómo se trafica con animales en Asia y qué tan fácil es comprar un gibón bebé o un yacaré sudamericano, traería “cola”.
De hecho, en el transcurso del mismo, Frank advirtió que era posible que lo que estaban haciendo trajera consecuencias, pero tenía muy claro que había que hacerlo. Vio la oportunidad de plasmar la realidad del trafico animal contra la que lucha de forma denodada hace años y se lanzó.
Como comenta en el video, mediante sutiles amenazas, le han hecho saber a Frank que debe abandonar. Incluso menciona algo así como un complot que acabaría con sus huesos en la cárcel y él sabe muy bien que eso es posible, porque fue lo que le pasó a su ex mujer Yuyeé, que lleva presa 2 años y medio acusada de traficar e intentar vender 35 céntimos de cocaína, algo realmente increíble.
La lucha que Frank lleva a cabo desde hace muchos años es bien conocida. También la situación de su ex mujer y sus esfuerzos por liberarla, pero lo que siempre destaca de él es su preocupación por sus hijos, que son la prioridad número cero en su vida. Y esta vez ha tenido que hacerse a un lado pensando en ellos.
Al no pertenecer más a la Fundación, le han retirado el permiso que le permitía rescatar animales, cuidarlos, recuperarlos y devolverles la libertad. Las instalaciones que construyó en su casa y que acogían a unos cuantos especímenes están vacías, excepto por algunos animales que pertenecen al ecosistema local (víboras, ranas, etc.), sus tortugas e imaginamos que también se habrá quedado su cerdito “Chucho”.
Ha dejado muy claro que quienes están detrás de toda esta movida para hacerle callar y que deje de “molestar”, solo van tras lo que les interesa, que es el dinero. El tráfico ilegal de animales mueve cantidades astronómicas a costa del sufrimiento de seres vivos, que son arrancados de sus hábitats, para satisfacer los caprichos de quienes tienen poder adquisitivo.
En el video Frank se preocupa de desearles a sus ex compañeros que todo les vaya bien, promete seguir trabajando por los animales, pero explica que lo hará de otra manera, que no ponga en riesgo la tranquilidad de su familia. Y el espacio que antes ocupaban los animales, quizá se transforme en un centro de educación, donde inculcar de una u otra forma, el amor y el respeto por los animales.
También dejó muy claro que si a él le pasa algo se ha preocupado de dejar un “rastro”, para que se pueda llegar a los que están detrás de todo el tinglado. Frank ha “colado” este mensaje que tiene a unos interlocutores muy determinados, como forma de protegerse a sí mismo y a su familia.
Su perspectiva ahora mismo es muy clara: lograr la liberación de Yuyeé e irse de Tailandia con su familia de manera legal. Mientras tanto seguro que encontrará la forma de seguir instruyendo a sus muchos fans acerca de los animales, aunque ya no tocará cobras o pitones en ese país.
Da que pensar
Quienes han seguido muy de cerca la labor de Frank Cuesta, con sus aciertos y sus errores, que para algo es humano y han apoyado su lucha contra el tráfico ilegal de animales y la defensa de la inocencia de su ex mujer, Yuyeé, hoy sienten que no hay justicia.
Y es que no parece muy justo que alguien que ha dedicado su vida a defender los derechos de los animales tenga que claudicar ante una mafia, que solo va tras el dinero y a quienes les importa muy poco el valor de ninguna vida o el sufrimiento que puedan causar. También es cierto que los niños deben estar primero y que su bienestar tiene que seguir siendo la prioridad de Frank.
Pero si hay algo que es meridianamente claro es que la vida no es justa y que hay veces en las que es mejor dar un paso atrás, quizá para pasar desapercibido por un tiempo y mientras tanto, tomar impulso para seguir hacia adelante.
Haga lo que haga, en España y en el mundo sigue habiendo una enorme cantidad de gente que le apoya, que le admira y que por sobre todas las cosas, cree que es posible darles a los animales una vida mejor. Y que para ello solo hace falta querer y buscar los medios para hacerlo.
Los únicos que terminarán siendo las víctimas inocentes de todo esto, serán esos animales que no podrá rescatar y que acabarán como mascotas exóticas o en un zoo, si es que no mueren en el camino. Y es que el hijo de Frank lo dejó muy claro el día que le recordó a su padre, que los animales no tienen abogados. FreeYuyeé y FreeFrank.