El Ejército de Tierra ha iniciado ya la campaña por la que se puede apadrinar a uno de los 40.000 pingüinos que habitan en la Isla Decepción de la Antártida, donde militares y científicos comparten la misión más lejana de las Fuerzas Armadas.
Como en cada edición de la Campaña Antártica –la actual es la XXXI campaña–, los militares han puesto en marcha una iniciativa para que los ciudadanos puedan apadrinar un pingüino de forma simbólica, comprometiéndose con ello al cuidado del medio ambiente.
«Con esta actividad te comprometes a cuidar el medio ambiente. Así, vuestro pingüino y sus polluelos podrán seguir viviendo en la Antártida. Cuanto mas pingüinos apadrinemos, mejor«, explican en su página web (http://www.ejercito.mde.es/unidades/Antartica/antartica/apadrinamiento/index.html).
Además, este año han alcanzado un acuerdo con la Asociación Española contra el Cáncer con el reto de alcanzar los 5.000 pingüinos apadrinados.
En la base ‘Gabriel de Castilla’ de la Isla Decepción, los militares dan apoyo a los investigadores que realizan sus trabajos científicos en la Antártida. Esta edición los investigadores realizan un proyecto con pingüinos.
Efectos del cambio global en los pingüinos
La investigación ‘Pingufor‘ pretende investigar el efecto del cambio global en la fisiología de tres especies: el pingüino barbijo (Pygoscelis antarctica), el de Adelia (Pygoscelis adeliae) y el papúa (Pygoscelis papua). Los pingüinos antárticos están considerados como «centinelas de la salud» del ecosistema, según explicó el Colegio Oficial de Biólogos de la Comunitat Valenciana (COBVC).
La colonia de cría de pingüinos barbijos de ‘Pingufor’ está formada por algo más de 20.000 parejas reproductoras. Los tres biólogos encargados de realizar el seguimiento diario de la colonia han de escoger unos 200 nidos para marcar a sus pollos e instalar transmisores a los adultos.
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