En los últimos años, los microplásticos se han convertido en una preocupación ambiental creciente debido a su omnipresencia en los ecosistemas y su potencial impacto negativo en la vida silvestre y la salud humana.
Estos pequeños fragmentos de plástico, de menos de 5 milímetros de diámetro, se encuentran en océanos, suelos y cuerpos de agua dulce. Su difícil eliminación y acumulación en el medio ambiente requieren una gestión adecuada y una normativa eficaz para mitigar sus efectos nocivos y proteger nuestro entorno.
Un nuevo informe ha encontrado que los mamíferos silvestres de centro Europa tienen microplasticos en sus organismos, puesto que el análisis de sus heces confirmó la presencia de este material en la mayoría de las muestras analizadas.
Los microplásticos son la plaga del siglo XXI
Los microplásticos, potencialmente peligrosos para la salud y ya detectados con anterioridad en especies marinas y aves, también están presentes en el organismo de mamíferos centroeuropeos, según desvela un estudio publicado este martes por la organización ambiental Greenpeace.
Análisis de laboratorio a los excrementos de 14 especies de Suiza han detectado microplásticos en al menos 11 de ellas, y en los jabalíes se han observado niveles especialmente altos, de más de 800 partículas por gramo, de acuerdo con una investigación que contó con la colaboración de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL).
«El estudio confirma, desgraciadamente, el alcance de la contaminación plástica en la naturaleza, y por eso debemos actuar hasta el origen del problema, porque el plástico amenaza el medio ambiente, el clima y la salud», destacó en un comunicado la experta en consumo y economía circular de Greenpeace Joëlle Hérin.
Otros animales en los que se detectaron microplásticos incluyeron ciervos, gamuzas, garduñas y liebres, cuyas heces fueron recogidas en distintos cantones de la geografía helvética. En todos los casos se encontró más de un tipo de microplástico en los excrementos, y en una muestra incluso se llegaron a detectar diez variantes.
En realidad, los microplásticos fueron detectados en todas las 14 muestras recogidas, aunque en tres casos los niveles fueron bajos y podrían ser fruto de contaminación por los instrumentos del laboratorio. El estudio se publica a pocas semanas de que se celebre en Ginebra, del 5 al 14 de agosto, la sexta ronda de negociaciones globales para conseguir un tratado de prohibición en el uso de determinados plásticos. Las negociaciones se iniciaron en 2022 pero no se ha logrado en las cinco anteriores reuniones alcanzar un consenso.
En las negociaciones, un grupo de países (casi todos los de la Unión Europea y varios latinoamericanos) aboga por limitar la producción de polímeros primarios de plástico, procedentes del crudo y que se usan para fabricar casi todos los plásticos de un solo uso. En oposición a esto, un segundo grupo que encabeza uno de los principales productores de crudo, Arabia Saudí, y que integra también a Rusia, Irán, Baréin, China y Cuba, pide centrarse sólo en la gestión de residuos y su reciclaje de cara a no dañar a la industria petrolera. EFE / ECOticias.com