En medio de una gran expectación, la playa de la Savinosa ha vivido una nueva jornada de emociones. Esta vez, con sensación de fin de ciclo, ya que casi un año después se cerraba la última etapa del protocolo que se activó en julio, cuando un bañista identificó unas huellas en esta playa.
Durante estos casi diez meses, las tortugas han participado en el proyecto Head Starting para hacerse más resilientes. Han ganado peso (casi un kilo y medio), han aprendido a comer y la cáscara se ha endurecido.
Esto hace que ahora su supervivencia sea superior, ya que «la amenaza de los depredadores naturales desaparece», decía Sílvia Giralt, oceanógrafa de la Fundació CRAM.
La presión antrópica y el comportamiento de los océanos en los próximos años serán clave para determinar si, dentro de 15 o 20 años, vuelven a la misma playa a anidar.
Todos los ejemplares llevan chip
Las 24 últimas crías de tortuga careta nacidas el pasado mes de agosto en un nido en la playa de la Savinosa de Tarragona fueron devueltas ayer martes al mar tras haber sido criadas en cautividad durante casi diez meses por la Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos (CRAM).
En el nido de la Savinosa, el único registrado en Cataluña en 2024, nacieron 84 tortugas, 60 de las cuales fueron liberadas en los días posteriores y estas 24 fueron trasladadas a las instalaciones del CRAM para ser cuidadas hasta alcanzar un tamaño y peso adecuados para su reintroducción en el medio natural y aumentar así sus posibilidades de supervivencia.
El acto de este martes tuvo lugar en la misma playa donde nacieron y contó con la participación del alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, que agradeció «la gran tarea realizada por el voluntariado durante la custodia del nido las 24 horas del día» y señaló que la ciudad «está formada para saber actuar ante este tipo de situaciones», ha informado este miércoles el consistorio.
Coincidiendo con el inicio de la nueva temporada de nidificación de tortugas, el Ayuntamiento de Tarragona ha iniciado este miércoles sesiones formativas dirigidas a los diferentes cuerpos y servicios implicados en actividades marítimas municipales, como la policía local, los servicios de limpieza, socorrismo de Cruz Roja y Protección Civil, con el objetivo de prepararlos ante posibles nuevos casos de nidificación en las playas.
La Fundación CRAM otorgó el año pasado a Tarragona la certificación y la bandera ECOMED por su compromiso con la gestión de la biodiversidad marina y su formación en los protocolos oficiales de actuación con fauna marina protegida. EFE / ECOticias.com