Más información y menos miedo
El Día Mundial de la Serpiente es una ocasión ideal, para crear conciencia de la enorme importancia que tienen las diferentes especies de serpientes que se pueden encontrar en todo el mundo. Si bien estos reptiles tienen mala fama y peor publicidad, son absolutamente necesarios para la conservación del equilibrio de los ecosistemas a los que pertenecen.
A nivel global hay más de 3 millones y medio de especies de serpientes, la mayoría de las cuales no representa ningún tipo de riesgo para la vida humana. El problema es que cada vez tienen más acotados sus hábitats naturales, ya que es el ser humano el que se acerca a ellas (y no al revés) y cuando un animal salvaje se ve acorralado, si no puede huir atacará para defenderse.
En España, por ejemplo, solo 5 de las 15 especies de serpientes que hay (es el país que tiene más oficios de Europa) son consideradas venenosas. La Víbora de los Pirineos (Vipera aspis) es la más peligrosa y aunque apenas un 4% de los casos de mordedura que no sean tratados médicamente y/o con sueros antiofídicos son fatales, su picadura es sumamente dolorosa.
Cuidado con las serpientes en cautividad
Tener serpientes de mascotas puede ser una “buena idea”, siempre y cuando la persona que lo hace cuente con las instalaciones físicas adecuadas para ello, tenga un conocimiento profundo de las necesidades de los animales y NO adquiera especímenes prohibidos, peligrosos y/o producto del tráfico ilegal.
El mayor número de problemas relacionados con estos ofidios se da a causa de la cautividad no responsable de las serpientes. El abandono, extravío o pérdida por escapismo de los animales, por negligencia, descuido o accidente son las principales causas de que se presenten situaciones de peligro.
Es tan grave el problema, que en nuestro país ya se considera a la pitón real (Python regius) una especie invasora, ya que, si bien es originaria de África tropical, una vez en libertad es capaz de adaptarse y compite con la fauna autóctona por la comida, además de desequilibrar los ecosistemas en los que se introduce y constituir un verdadero peligro, puesto que es capaz de asfixiar y engullir a un niño.
Pero lo más preocupante es la importación ilegal de especies, muchas de las cuales son producto de la caza furtiva y/o resultan altamente tóxicas y para las que al no ser autóctonas y está prohibida su importación, en el caso de que existan sueros antiofídicos (hay serpientes para las que no hay antídoto aún) no siempre se cuenta con ellos.
Por Sandra MG para ‘ECOticias.com’