El ibis eremita presenta un plumaje negro, con reflejos metálicos verdes y púrpuras, caracterizado en la edad adulta por exhibir una cabeza pelada y roja, un pico también rojo, largo y curvo, y unas largas plumas colgantes sobre la nuca y la parte alta del cuello.
Los inmaduros son más apagados, con cabeza más oscura y plumas ornamentales menos desarrolladas. Resulta algo más grande que el morito común. Ave silenciosa habitualmente, emite varios silbidos y gruñidos guturales en el nido y en exhibición.
Serán trasladados el próximo mes de junio a la comarca catalana del Alt Empordà para su reintroducción en el medio natural
La iniciativa, según ha informado el Ayuntamiento de Jerez, está enmarcada en un proyecto de conservación liderado por la Fundación Alive y cuenta con la colaboración del Zoobotánico jerezano y la Sociedad Gaditana de Historia Natural.
Durante el primer Simposio Internacional sobre el Ibis Eremita, celebrado en Jerez el pasado mes de marzo, el Ayuntamiento de la ciudad firmó un acuerdo con la Fundación Alive para impulsar esta reintroducción, cuyo objetivo es establecer una población local viable y autosostenible en el noreste de Cataluña.
Desde comienzos de mayo, los trece pollos están siendo criados a mano en las instalaciones del Zoobotánico por voluntarios de la Sociedad Gaditana de Historia Natural, encargados de su alimentación y seguimiento diario.
El proyecto forma parte de una estrategia europea de refuerzo de las poblaciones de ibis eremita mediante liberaciones controladas y acciones de conservación del hábitat, con el fin de contribuir a la recuperación global de la especie.
Además, en el centro jerezano han nacido recientemente dos pollos de cernícalo primilla, que están siendo atendidos en la «nursería» por los mismos voluntarios y cuya suelta está prevista en la laguna de Medina el próximo mes de septiembre. EFE / ECOticias.com