Fundada en 1995 como una organización no gubernamental, AMUS basa sus acciones en la conservación de la fauna salvaje y en la búsqueda de estrategias que aseguren la integridad de los hábitats que estas especies requieren para vivir.
Nació como respuesta a la necesidad de brindar la asistencia sanitaria a animales salvajes heridos (algunos de ellos pertenecientes a especies de gran valor en Extremadura) a través de su buque insignia: su Hospital de Fauna Salvaje.
AMUS está formada por un equipo de profesionales altamente especializados y en constante capacitación, con acceso por las competencias oficiales y administrativas, lo que les permite trabajar directamente en la gestión y recuperación de especies amenazadas y de sus hábitats sensibles.
30 años de AMUS
Cuatro jóvenes de Villafranca de los Barros (Badajoz) crearon hace 30 años la oenegé AMUS y en un terreno cedido por el ayuntamiento pusieron la primera piedra para construir lo que se ha convertido en un centro de referencia en la recuperación de la fauna salvaje en Extremadura.
Uno de ellos es Álvaro Guerrero, cofundador y presidente de Acción por el Mundo Salvaje (AMUS), quien este jueves ha abierto las puertas del centro donde principalmente trabajan con aves que, en el 99 % de los casos, llegan con problemas derivados “de la mano del hombre” como las electrocuciones.
Con motivo del 30 aniversario y coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, ha recibido la visita del director general de Sostenibilidad, Germán Puebla, y parte de su equipo, con el objetivo dar a conocer el trabajo que se realiza en AMUS.
“Extremadura representa un modelo único y referente donde una administración pública transfiere sus competencias a una entidad como AMUS para atender a especies amenazadas”, ha destacado Guerrero, haciendo hincapié en que “grandes rapaces como buitres negros y águilas imperiales encuentran en el ecosistema extremeño un lugar único”.
Recuperación de fauna salvaje
Durante la visita han podido conocer las instalaciones que cuenta con diferentes espacios como el de cría para pollos principalmente de vencejos, aviones y golondrinas que vienen de las ciudades, o el área de hospitalización y de recuperación en el que actualmente se encuentran aves como un búho real, morito o cigüeña negra. Además, Guerrero ha hecho una presentación de los diferentes proyectos que desarrollan en materia de recuperación de la fauna, concienciación social y reproducción asistida con especies amenazadas.
El presidente de AMUS ha destacado el proyecto de recuperación del buitre, desarrollado en colaboración con la Fundación para la Conservación del Buitre (VCF). Gracias a él la última década se han enviado más de 600 buitres negros y leonados a diferentes regiones europeas donde habían desaparecido, como Sicilia, Francia, Chipre y Bulgaria, entre otros sitios. También ha recordado el caso de ‘Ayla’, un pollo de águila imperial que llegó al centro en 2024 electrocutado sin poder volar y tuerta, a la que enseñaron a cazar con un solo ojo con métodos completamente novedosos.
Además, AMUS ha valorado la “creación de escuela” durante todos estos años, con una gran cantidad de profesionales que han pasado por este centro y que actualmente se dedican a trabajos relacionados con la conservación de la fauna, además del papel del “voluntariado” sin en el que no sería posible atender a los cientos de animales que pasan por el centro cada año. EFE / ECOticias.com