El estatus del lobo cambió a partir de que se le rebajara la protección a nivel europeo y se le quitara del LESPRE, pero según recuerda Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, eso no implica que automáticamente puede ser cazado.
La categorización del lobo aun sigue siendo de vulnerabilidad, por lo que este estado es incompatible con la declaración de especie cinegética, lo que en definitiva implica que el lobo debería seguir estando protegido.
Por esta razón Morán les ha recordado a las comunidades autónomas de Cantabria, Asturias y Galicia que la caza indiscriminada de esta especie ni es la solución a su interferencia en la ganadería extensiva, ni debería estar permitida.
El lobo en peligro en Galicia, Asturias y Cantabria
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha advertido por carta a los gobiernos autonómicos de Asturias, Cantabria y Galicia de que el lobo no puede ser volver a ser considerado especie cinegética «de manera automática» y pide información sobre el número de animales que serán cazados.
En la misiva, que fue remitida el pasado 30 de abril y la que se ha tenido acceso ahora, Morán recuerda las «importantes novedades en el contexto de la gestión» de la especie a través del cambio de estatus legal que se produjo con la aprobación de la Ley de prevención de pérdidas y desperdicio alimentario el pasado 1 de abril, que «parecería posibilitar a priori un cambio inmediato en el modelo de gestión» aplicado hasta el momento.
La remoción de las poblaciones de lobo al norte del Duero del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) «podría hacer pensar» que el lobo «podría volver a ser considerado, de manera automática, especie cinegética en aquellas comunidades autónomas que así lo consideren», señala Morán.
Sin embargo, recuerda que el estado de conservación del lobo sigue siendo «desfavorable/inadecuado» en las regiones biogeográficas en las que está presente -Mediterránea, Atlántica y Alpina- así como en el resto del territorio nacional, de acuerdo con la evaluación oficial del ejecutivo.
Por ello, apela a la jurisprudencia existente, y en especial a la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE del 29 de julio de 2024 sobre conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres, para subrayar la oposición legal a considerarla especie cinegética, También llama la atención sobre la Directiva Hábitats, según la cual «no obsta para asegurar que su explotación sea compatible con garantizar su estado de conservación favorable».
En su carta, Morán solicita la previsión de «extracciones» –cuántos lobos serán cazados– en cada una de las regiones citadas «y en su caso las ya efectuadas» en cuanto a número de ejemplares y ubicación y avisa a las administraciones autonómicas de que «deben tener en cuenta el posible efecto que sobre el estado de conservación de las poblaciones de la especie pueda tener la extracción de ejemplares«.
¿Cuántos lobos serán cazados?
El pasado mes de Abril, Asturias anunció que autorizaría la extracción de 53 lobos hasta el 31 de marzo de 2026, dentro de su Plan de Gestión del Lobo, que retomó tras la salida del animal del LESPRE. En Cantabria, un Boletín Oficial extraordinario publicó la resolución que fija en 41 el número de ejemplares a eliminar hasta el 31 de julio de 2026.
En el caso de Galicia, la Xunta no ha fijado un número concreto de extracciones, pero ha confirmado un mayor protagonismo para los ayuntamientos a la hora de obtener un permiso para cazar: el plan de gestión actual permite batidas durante todo el año, aunque las esperas -donde los cazadores esperan fijos en un punto concreto- se limitan a abril, mayo y junio. EFE / ECOticias.com