Preocupación es la palabra que resume cómo se encuentran organizaciones agrarias de la provincia de Almería acerca de si podrán contar con el agua suficiente para regar los campos de cultivos ahora que empieza la campaña agrícola en varias zonas de la provincia.
La incertidumbre es tal que incluso en zonas con una realidad más grave, como es la comarca de Níjar, aseguran que la situación puede revertirse en crítica y muy complicada si no se ponen en marcha con urgencia diversas iniciativas y actuaciones previstas para que el agua no sea un problema.
Una de estas medidas pasaría por dar más prioridad a alternativas al suministro convencional, como puede ser el uso del trasvase Tajo-Segura tras su potabilización, además del desarrollo de una planta desaladora privada en el Levante.
Los cultivos almerienses en busca del agua
La organización agraria COAG Almería ha expresado su preocupación por la incertidumbre que rodea el abastecimiento de agua para riego al inicio de la campaña agrícola en varias zonas de la provincia, especialmente en la comarca de Níjar, donde asegura que la situación puede llegar a ser crítica si no se ejecutan con urgencia las actuaciones previstas.
Según ha trasladado la organización en una nota, los cortes recurrentes del suministro procedente de la desaladora de Carboneras, derivado de la presión del uso urbano y turístico, han agravado un escenario en el que la infraestructura ya opera al 92 % de su capacidad, según información facilitada por la empresa gestora Acuamed en una reunión previa.
La COAG ha mantenido un encuentro con el delegado territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural en Almería, Antonio Mena, para trasladarle esta preocupación. Durante la reunión, se ha abordado la necesidad de acelerar alternativas al suministro convencional. Entre ellas, el uso de agua del trasvase Tajo-Segura tras su potabilización y la puesta en marcha de una planta desaladora privada en el Levante.
“Si no se agilizan las obras necesarias para materializar estas medidas, la situación va a ser crítica. Si se consiguen, la situación en Níjar puede verse aliviada. Pero no se puede obtener una garantía en firme, así que la preocupación sigue ahí”, ha señalado.
También se ha puesto sobre la mesa una tercera opción a corto plazo: la incorporación de agua de la planta Mar de Alborán (antigua Rambla Morales); aunque desde la COAG matizan que “no es el modelo que defendemos”, reconocen que su aportación podría ser útil para esta campaña, siempre que se completen las obras necesarias, aún sin fecha clara de finalización.
En lo que respecta al Poniente almeriense, la organización apunta al uso de aguas regeneradas procedentes de las EDAR de Roquetas y El Ejido como solución viable, aunque exige que este recurso no implique un aumento del coste para los agricultores.
Además de estas medidas de urgencia, la COAG ha insistido ante la Delegación en la necesidad de avanzar en infraestructuras de regulación como embalses y canales, y ha mostrado su disposición a colaborar con las comunidades de regantes para aprovechar las ayudas del plan PARRA, que contempla subvenciones de hasta el 100 % para este tipo de actuaciones. EFE / ECOticias.com