Hoy es el Día Mundial del Árbol 2024, una efeméride que se conmemora cada 28 de junio, con el objetivo de concienciar a las personas de la enorme importancia que tiene la preservación de los árboles, especialmente los autóctonos, para mantener el equilibrio ecosistémico global.
Día Mundial del Árbol 2024
Para celebrar el Día Mundial del Árbol 2024 destacaremos algunas de sus características fundamentales.
Fuentes de vida
Los árboles, como casi todas las plantas, son organismos autótrofos. Elaboran su propio alimento, lo que les permite crecer, reproducirse y transmitir sus características a las siguientes generaciones de plantas. Son los que producen sustancias orgánicas a partir de materiales inorgánicos. Sin ellos, muchas especies no podrían sobrevivir.
Por tanto, la fotosíntesis permite a la planta transformar la energía luminosa del sol (materia inorgánica) en glucosa (energía potencial para el organismo vegetal), así como producir oxígeno. Este oxígeno que se libera a la atmósfera es vital para la vida animal en la Tierra. En el Día Mundial del Árbol 2024, recordemos que un árbol maduro produce una media de 120 kg de oxígeno al año, (la mitad del consumo anual de un adulto).
Purificadores del aire y del agua
El aire que absorbe el árbol contiene una cantidad de contaminantes y polvo, que este filtra y absorbe. Esta cantidad varía según la especie. Un arce maduro puede acumular hasta 20 kilogramos de polvo al año. Entre las especies con mayor índice de filtración de contaminantes, también se cuentan olmos, hayas y sauces.
También es importante mencionar en el Día Mundial del Árbol 2024 que los especímenes más maduros situados en zonas urbanas pueden capturar aproximadamente 800 kg de CO2 por año, limpiando el aire de las ciudades naturalmente.
Los árboles ayudan a proteger nuestras vías fluviales y a reducir los daños causados por las inundaciones, porque absorben una gran parte del volumen de agua de escorrentía. Cuando están en las orillas de arroyos, lagos o estanques, intervienen en el equilibrio y mantenimiento de la salud de las masas de agua y son fijadores de los suelos, evitando su erosión.
Los árboles pueden absorber una gran cantidad de agua, a menudo cargada de fertilizantes. El sistema radicular los retiene, evitando que lleguen a los cuerpos de agua y reduciendo así el desarrollo de algas eutrofizadoras. Al mismo tiempo filtran el agua, la purifican y la almacenan, reduciendo la evaporación. Algo digno de tener en cuenta en el Día Mundial del Árbol 2024.
Sinónimo de biodiversidad
Los árboles son en sí mismos ecosistemas complejos en los que viven muchísimas especies, en muchos casos en sistemas de simbiosis, cooperación y hasta parasitismo. Y además, en grupo, son parte fundamental de los ecosistemas forestales. En el Día Mundial del Árbol 2024, tengamos en cuenta que la desaparición de una sola especie vegetal podría provocar la extinción en cadena de muchas especies animales, vegetales, setas, etc. que dependen de ellas.
Reguladores climáticos
A través del proceso de evapotranspiración, los árboles liberan vapor de agua a la atmósfera, lo que influye en los niveles de humedad local y ayuda a moderar las variaciones climáticas extremas. Numerosos estudios científicos han demostrado que la deforestación aumenta la temperatura del aire y la velocidad del viento.
El follaje protege contra la radiación solar absorbiendo y reflejándola, de forma que merma la intensidad de la radiación solar. Además, recordemos el Día Mundial del Árbol 2024, que estos sombrean los terrenos residenciales, proporcionando espacios más frescos en caso de altas temperaturas.
El viento es un elemento muy poderoso y, sin embargo, los árboles tienen la capacidad de reducir su velocidad. Crean resistencia al movimiento del aire, lo que da como resultado la aparición de una zona de calma detrás de ellos. La velocidad del aire se puede reducir hasta en un 50% cuando hay una densa pantalla de vegetación.
El grado de reducción de velocidad dependerá de la altura de la vegetación, la densidad y la permeabilidad de los árboles. Algo que es vital y que justifica, entre otros tantos atributos, la celebración del Día Mundial del Árbol 2024.