CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe-, en colaboración con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, organizaron los «Diálogos Mutis de Biodiversidad América Latina & el Caribe – España».
Estos Diálogos se plantearon como encuentros anuales para el intercambio de conocimiento y experiencias entre autoridades e instituciones científicas vinculadas a la biodiversidad. Buscaron impulsar el papel de la tecnología y la innovación como herramientas clave para la conservación, restauración y uso sostenible de la biodiversidad, así como la movilización de financiamiento frente a los desafíos climáticos y ecológicos actuales
El Real Jardín Botánico de Madrid ha acogido el encuentro como un auténtico museo vivo en el centro de la ciudad que permite adentrarse en un espacio verde con más de 5.500 especies vegetales. Al mismo tiempo se buscaba rendir homenaje a José Celestino Mutis (1732-1808), cuyo legado en la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada fue fundamental para el estudio de la biodiversidad en América Latina, sentando las bases para la comprensión científica de sus ecosistemas.
Una reunión en Madrid para apostar por la biodiversidad
El compromiso de más de 50 voces globales expertas en biodiversidad ha articulado la primera edición de los ‘Diálogos Mutis de Biodiversidad’ de 2025 celebrados a inicios de junio, un evento concebido para promover el debate y el intercambio entre voces científicas, especialistas en gestión, representantes de instituciones públicas e instituciones filantrópicas y no gubernamentales.
El hilo conductor de la sesión es tan estimulante como ambicioso: compartir acciones para proteger la biodiversidad, movilizar nuevos acuerdos financieros y tecnológicos para conservar ecosistemas, así como trabajar en colaboración con comunidades locales.
El CREAF participa activamente con la intervención de Alicia Pérez-Porro –responsable de Interacción política y relaciones institucionales–, como ponente de esta reunión convocada por CAF-Banco de América Latina y el Caribe y el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. «Acercar la ciencia a las políticas públicas requiere personas de perfil híbrido y sobre todo profesionalizadas, capaces de hablar el idioma de la ciencia y el de la acción política y que se dediquen a ser agentes del conocimiento«, ha puntualizado Pérez-Porro.
Accesible, pertinente y aplicable: así debe ser la ciencia
Algunas de las voces que se han oído en la sesión son, entre otras, la del biólogo Mauricio Diazgranados –el primer latinoamericano en dirigir el New York Botanical Garden–, que ha pedido que la ciencia sea “pertinente, accesible y aplicable” y ha enumerado algunas vías para garantizar su inserción en las políticas públicas, como la monitorización, la retroalimentación adaptativa, la creación de consejos asesores científicos en los gobiernos locales, la concreción de observatorios de biodiversidad y cambio climático con participación intersectorial y las redes que cooperan a escala transfronteriza, entre otros.
Gunna Chaparro, líder de la Comunidad Arhuaca de Colombia, ha explicado la experiencia directa del área geográfica de la Sierra Nevada de Santa Marta, con una agricultura orientada a la subsistencia. En otro registro, la presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, Dalila Aldana, ha reclamado «una ciencia dirigida a la toma de decisiones, a la ciudadanía ya construir soluciones no sólo inmediatas, baratas y populares con efecto sobre el voto».
La rectora de la Universidad EAN, la bióloga colombiana transgénero Brigitte Baptiste, ha hablado del concepto de transecología, que vincula ecología, disidencia y diversidad. Con una mirada que interpela los límites tradicionales de la ciencia, Brigitte Baptiste propone nuevas formas de concebir la relación entre la naturaleza y la cultura y subraya la urgencia de repensar los marcos de conocimiento y de acción ante la crisis climática.
Promover una cultura científica innovadora y evolucionar a un modelo colaborativo para co-diseñar políticas e identificar soluciones son otras acciones que se han compartido. Por ejemplo, la gerente de CAF-Banco de América Latina y el Caribe, Alicia Montalvo, ha llamado el trabajo interdisciplinar, la legitimidad social, la comunicación como tarea esencial contra la desinformación, la acción supra nacional y los sistemas integrados de información accesible y creíble.
“Debemos trabajar para un bien público como es la biodiversidad”, afirma Montalvo, “y se necesitan instrumentos financieros para una mayor rentabilidad, se necesitan datos, tecnología e inteligencia artificial para dar a la biodiversidad ya la naturaleza todo su potencial”.
Entre las 50 voces especializadas se encuentran representantes de la Universidad West Indies de Mona de Jamaica, del Institute of Technology Massachussets, del PNUD América Latina, del Club Internacional de Financiación para el Desarrollo, de The Nature Conservancy, de la Fundación Patagonia Azul, la rectora de la Universidad EAN –de la agencia de cooperación española AECID, de los gobiernos de Brasil, Costa Rica, México, Perú, Uruguay y Chile, así como representantes de medios de comunicación representativos de toda América Latina y el Caribe.
América Latina y el Caribe acumulan el 60% de la biodiversidad global
América Latina y el Caribe incluyen el 60% de la biodiversidad mundial y 6 de los países más biodiversos del planeta. Además, es la zona geográfica donde se celebrará la COP30 de clima en noviembre de 2025 en Brasil y que acogió a la COP16 de biodiversidad en octubre de 2024 en Colombia.
Siguiendo el espíritu integrador del botánico hispanoamericano José Celestino Mutis, los Diálogos aspiran a fortalecer la cooperación entre América Latina, Caribe y España mediante el intercambio y la colaboración entre ciencia, política y financiación, para hacer frente a los desafíos ecológicos y climáticos actuales.
«El 50% del PIB mundial depende directamente de la naturaleza», apunta Sergio Díaz-Granados, presidente de la CAF, entidad bancaria impulsora de los diálogos junto con el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Por su parte, la ministra Sara Aagesen ha recordado que «2024 es el año más cálido desde que hay registros. Llegamos a los 1,5 °C, por tanto, ya no hablamos de un riesgo futuro, hablamos del presente».