Greenpeace denuncia que la expansión del eucalipto en Galicia sigue creciendo pese a la moratoria y acusa a la Xunta de incumplir sus propias políticas forestales, poniendo en riesgo la biodiversidad y los ecosistemas.
Expansión del eucalipto en Galicia: Greenpeace denuncia incumplimientos de la moratoria
Para Greenpeace, los datos del Inventario Forestal Continuo de Galicia relativos al año 2024 (IFCG), presentados hoy por los científicos de la Universidad de Vigo y la Universidad de Santiago de Compostela, confirman la tendencia creciente de esta especie en Galicia, pese a la existencia de una moratoria desde 2021: la superficie de eucalipto alcanza las 438.156 hectáreas, 19.015 ha más que en 2023 y 25.070 ha más que en el año 2022. Esto supone un 4,6 % de incremento respecto de 2023 y más del 6% respecto del año 2022.
Cuando se aprobó la moratoria, en el año 2021, uno de sus objetivos era cumplir con una de las directrices marcadas en el Plan Forestal de Galicia: una subida del 3 % en el periodo 2021-2025 y una rebaja de un 4 % de la superficie de eucalipto en el horizonte 2035 y un 5 % para el año 2040, lo que implicaría reducir su presencia en unas 20.000 hectáreas.
“Los datos publicados certifican dos cosas: la primera, que la moratoria de 2021 ha sido incumplida por la permisividad de la Xunta; y, la segunda, que la política de la Xunta no va en la dirección de cumplir los objetivos del Plan Forestal de Galicia”, ha declarado Manoel Santos, Coordinador de Greenpeace en Galicia. “A esto habría que sumar otra constatación: con la ampliación de la ‘pseudomoratoria’ hasta el año 2030 y sus ‘excepciones’ solo cabe esperar que la Xunta siga incumpliendo sus propias políticas”.
Crecimiento del eucalipto muy por encima de los objetivos del Plan Forestal
Ante esta realidad, se confirman los peores pronósticos de la sociedad civil, el mundo académico y buena parte del sector forestal de Galicia, pese a que durante el presente año 2025 numerosos actores de la sociedad civil y del mundo profesional y académico han solicitado la extensión de la moratoria hasta 2030, en tanto no se asegure el cumplimiento de los objetivos de la planificación forestal, la diversificación de las masas productivas para toda la cadena de valor del sector forestal y la salvaguarda de los ecosistemas de alto valor y los espacios naturales protegidos.
Una pseudomoratoria al eucalipto es más de lo mismo
En julio de 2021, la Xunta de Galicia estableció una moratoria a las nuevas plantaciones de eucalipto, moratoria que va a ser ampliada ahora hasta el año 2030 pero con una serie de excepciones que la Xunta ha tildado de “flexibilizaciones”. La ampliación de la moratoria junto con estas medidas flexibilizadoras fueron dadas a conocer el pasado mes de octubre en la Ley de Medidas Fiscais e Administrativas 2026 que acompañara a los presupuestos de este año.
Para Greenpeace, el hecho de que se introduzcan nuevas excepciones, permitiendo plantaciones donde hasta ahora no existían, es a todos los efectos una renuncia a mantener la moratoria, significa dar pasos atrás para evitar la expansión sin fin del eucalipto en el territorio, que colonizará nuevos ambientes, y no parece que vaya a servir para resolver los problemas que sufre la cadena de valor de la madera con las plagas del pino. Además, la organización ecologista considera especialmente grave que se hubiera tomado la decisión sin siquiera dar a conocer un análisis pormenorizado de los efectos que tuvo la moratoria vigente desde 2021.
“¿No tendría la Xunta que evaluar primero qué es lo que ha fallado? Si había una moratoria y se ha incumplido durante tres años, ¿podemos realmente creer que los responsables de la Xunta van a frenar la expansión del eucalipto con su nueva política de “excepciones a la moratoria?”, plantea Santos.
Un modelo forestal que pone en peligro ecosistemas de alto valor
Las nuevas normas propuestas por la Xunta introducen dos nuevos supuestos para permitir nuevas plantaciones de eucalipto: sustituir otras ya existentes cambiando de terreno incluso entre diferentes propietarios y sustituir plantaciones de pino gravemente afectadas por la banda marrón. Para Greenpeace el hecho de permitir plantaciones en terrenos donde no existían, además sin directrices claras de en qué supuestos y lugares se podrá hacer, provocará un mayor impacto del cultivo de eucalipto –y de los monocultivos en general– sobre el territorio en detrimento de los hábitats naturales y puede abrir la puerta a la especulación. Además, plantea mucha incertidumbre por las serias dudas que existen sobre la capacidad de la Xunta para establecer mecanismos de control, que han sido incapaces de implementar para evitar plantaciones ilegales durante la moratoria o evitar que la superficie de eucalipto se haya disparado en Galicia desde el Plan Forestal de 1992.
“Tan preocupante es para la integridad ecológica del territorio que siga aumentando la superficie de eucalipto, porque es lo que está pasando, como que este se elimine de terrenos ya degradados para sustituirlo por otras plantaciones monoespecíficas y se desplacen las plantaciones a otros suelos de mayor calidad. Permitir más eucalipto donde no existía no parece el mejor camino para reducir su impacto en el medio natural, por cuanto existe una relación directa entre las plantaciones intensivas de eucalipto y la pérdida de biodiversidad y calidad de los suelos. Se nos hace difícil dar credibilidad a la capacidad de la Xunta para controlar estas medidas si ni siquiera han podido evitar plantaciones ilegales en plena moratoria”, ha añadido Santos.
Por lo que respecta a la sustitución de masas de pinos afectados por la banda marrón por eucalipto, para la organización ecologista se trata de una decisión incomprensible si lo que se quiere es buscar soluciones al problema, por cuanto es un cambio de una especie por otra de mucho menor valor añadido que no resuelve los problemas de la cadena de la madera. Para Greenpeace se prioriza el eucalipto como solución perversa a los problemas existentes con otras especies más interesantes para la cadena de valor, pero no todos los problemas de la cadena forestal se resuelven plantando eucaliptos, que parece ser la única solución que se le ocurre a la Xunta. Se trata, por tanto, de una patada hacia delante que responde a motivos puramente económicos y de corta visión, por la falta de rentabilidad de muchas plantaciones de eucalipto, pero que no aborda el problema de fondo, que son las enfermedades del pino y su progresiva sustitución por eucalipto.
26 organizaciones reclaman ampliar la moratoria en todo el norte peninsular
El pasado mes de junio hasta 26 organizaciones ecologistas de ámbito estatal y de Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi suscribieron una declaración conjunta en la que demandaban la ampliación de las actuales moratorias a las nuevas plantaciones de eucalipto en Galicia y Bizkaia hasta, al menos, el año 2030. También reclaman la implantación de esta medida en todo el norte peninsular: en Asturias, Álava, Cantabria y Gipuzkoa.
“La pseudomoratoria de la Xunta de Galicia da luz verde al proceso de eucaliptización en las comarcas donde las plantaciones de coníferas tienen problemas sanitarios. Si las cosas siguen como hasta ahora, en próximos años veremos nuevas superficies en zonas donde antes no había eucaliptos, al tiempo que la naturalización del eucalipto seguirá siendo ignorada y veremos como los espacios naturales protegidos y el dominio público hidráulico sigue siendo ocupada por esta especie”, resume Manoel Santos.
El pasado mes de septiembre, Greenpeace publicó el informe El eucalipto: un elefante en la habitación del sector forestal, en el que analiza la conflictividad de las plantaciones de eucalipto y como la preocupante pérdida de viabilidad de muchas masas de coníferas ha provocado su sustitución por eucaliptos, lo que amenaza la diversificación del sector y debilita cadenas de valor distintas a la producción de celulosa.
















