Mientras en Europa se debate, en Brasil, Argentina, Paraguay y parte de Uruguay el monocultivo de la soja está ligado al uso intensivo de combustibles fósiles y de agrotóxicos que contaminan la tierra y el agua. Para colmo, este cultivo tiene graves impactos en la salud de la población local.
Los incendios y la deforestación han cambiado el uso de estas tierras, de bosques, selvas y humedales a enormes plantaciones sojeras. Y esto ha ocurrido en muchísimas ocasiones, mediante el uso de la violencia y con la connivencia de los Estados y del poder judicial.
La deforestación para cambiar el uso de la tierra viene precedida por la quema de los árboles autóctonos, con la consiguiente pérdida de la biodiversidad y del hábitat de miles de especies. Y cuando el fuego ‘se les va de las manos’, los incendios forestales arrasan miles de hectáreas, causando gravísimos daños medioambientales.
La soja promueve la deforestación en América del Sur
Ecologistas en Acción presenta el informe ‘La soja que destruye bosques’, un análisis detallado sobre la cadena de valor de la soja en España y su impacto en la deforestación global. El estudio revela que España es el tercer mayor importador europeo de soja, una materia prima vinculada anualmente a la destrucción de 32.900 hectáreas de bosques, principalmente en países como Brasil, Argentina y Paraguay.
La Unión Europea (UE) es responsable de más del 10% de la deforestación global debido a la importación de materias primas como la soja, utilizada principalmente para la producción de piensos, carne y biocombustibles. Esta actividad no solo contribuye al cambio climático –los bosques absorben hasta el 25% del CO₂ atmosférico–, sino que también desplaza a comunidades locales y amenaza la biodiversidad.
El informe, elaborado en colaboración con la Rainforest Foundation de Noruega, desgrana la cadena de valor de la soja en España: desde su origen hasta su uso final. Analiza el papel de las multinacionales importadoras, las industrias de piensos y cárnicas, los bancos y fondos de inversión, y los supermercados en esta cadena de destrucción. Además, plantea la urgencia de una regulación efectiva en la UE y en España para frenar la deforestación importada.
Los ecologistas reclaman la implementación rigurosa del Reglamento Europeo contra la Deforestación y la Degradación Forestal (EUDR), así como la pronta aprobación de una ley estatal que garantice su aplicación en España. “Es fundamental que las empresas y los gobiernos asuman su responsabilidad en la protección de los bosques y en la garantía de que las materias primas importadas no contribuyan a su destrucción”, señala Nacho Escartín Lasierra, portavoz de la organización.
El informe ‘La soja que destruye bosques’ está disponible en castellano, galego, català e inglés, y busca contribuir al conocimiento y la sensibilización sobre el impacto de la soja, una de las materias primas que más influye en el cambio de uso del suelo, la deforestación y el desplazamiento de comunidades.