La peor pandemia de gripe aviar se ceba con las aves marinas. No es la primera vez que se oye hablar de la gripe (o influenza) aviar en Europa. Este virus, que afectaba a aves de corral, comenzó a detectarse en especies silvestres a inicios de los 2000, y a expandirse a través de las rutas migratorias de las aves.
Desde entonces se han dado episodios esporádicos de mortalidad masiva de aves. Principalmente acuáticas en humedales de todo el continente. Y de manera más o menos estacional. Sin embargo, en 2021 el virus subtipo H5N1 de influenza aviar de alta patogenicidad dio el salto a las aves marinas. Causando una situación sin precedentes que continúa hasta el presente.
El rápido avance de una enfermedad que no conoce fronteras
En el verano de 2021, mientras los seres humanos se libraban poco a poco de la peor pandemia del último siglo, las aves marinas empezaban a enfrentar la suya propia. La muerte de varios págalos grandes en las colonias escocesas por el virus H5N1 de influenza aviar de alta patogenicidad dio la voz de alarma.
En invierno de ese mismo año -tal y como explica el reciente informe de la CMS-FAO del pasado mes de julio-, se produjeron mortalidades masivas de barnaclas cariblancas en sus zonas de invernada en UK. Y el virus se detectaba en Norteamérica, donde comenzó a expandirse rápidamente por todo el continente.

2022
A principios de 2022 también se dieron mortalidades masivas de aves en varios puntos de África, como en el Parque Nacional de las Aves del Djoudj (Senegal). Una de las reservas ornitológicas más importantes del mundo.
En la primavera de 2022, el virus impactó de manera catastrófica en las colonias europeas de pelícano ceñudo, alcatraces y charranes (las de charrán patinegro, las más afectadas). Calculándose que menos de la mitad de los reproductores volvieron a sus áreas de invernada después de la cría.
2023
A finales de 2022 y principios de 2023, el virus había alcanzado por primera vez en la historia el sur del continente americano, afectando a un gran número de especies, incluyendo mamíferos marinos. En tan solo cuatro meses de 2022, en las costas de Perú se contabilizaron 22.000 aves muertas, sobre todo pelícanos peruanos. Y a inicios de 2023 se produjeron varamientos de varios miles de leones marinos.
Lo que queda de 2023 no apunta a mejoras. Las colonias de aves marinas siguen siendo devastadas por la gripe. En Europa, si bien parece haber afectado con menor virulencia a los alcatraces, las colonias de gaviota cabecinegra. Y más recientemente de gaviota tridáctila y araos, están siendo las más sensibles al virus y preocupa su rápida expansión y adaptación a nuevos huéspedes. La peor pandemia de gripe aviar se ceba con las aves marinas.