Los peces guitarras son animales que presentan una forma aplanada y cartilaginosa, suelen vivir en los fondos de aguas superficiales y templadas y tienen un gran parecido por su fisonomía con los tiburones. Los peces guitarras se dividen en tres familias: Platyrhinidae, Rhinobatidae y Rhynchobatida.
Poseen una característica forma cefálica triangular como si fuera una guitarra o una punta de flecha. Tiene un rostro alargado y la cresta que recorre el centro del ojo es ancha.
Esta criatura marina posee una boca con dientes trituradores. Su tamaño habitual ronda entre los 80 y 100 centímetros y los mas grandes y excepcionales pueden llegar a medir hasta 150 centímetros.
Por lo general se trata de animales solitarios excepto en la época de apareamiento y su comportamiento no es agresivo pasa la mayor parte del tiempo enterrado en la arena. Gracias a sus colores pasan desapercibidos para los grandes depredadores mientras que ellos solo se alimentan de crustáceos, moluscos, peces de porte muy reducido.
Esta especie está en peligro de extinción y en numerosas ocasiones se ven atrapados en las redes de pesca de arrastre provocando una gran despoblación debido a los 9 meses de gestación que tienen para reproducirse.
El Oceanogràfic ha acogido el nacimiento de un ‘pez guitarra’
Se trata de una especie catalogada en peligro crítico de extinción por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN). De las dos crías que nacieron, solo una ha logrado sobrevivir.
El nacimiento, que tuvo lugar el pasado 18 de febrero a la vista del público, supone «un hito» para el centro marino de Valencia y refuerza su compromiso con la protección de animales amenazados, destaca el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
El equipo detectó que una de las hembras estaba gestante mientras realizaba controles veterinarios de los adultos en el marco del Proyecto Glaucostegus, una iniciativa europea liderada por Fundación Oceanogràfic junto al Acuario de Sevilla y Fundación Azul Marino que busca desarrollar medidas de gestión y conservación de la población de guitarrones en el medio natural.
La cría se encuentra en la zona de ‘cuarentena’ de Oceanogràfic de Valencia
Ante esta situación, los especialistas decidieron trasladar a la hembra gestante a una zona más resguardada de la instalación de Océanos para garantizar su bienestar. El proceso culminó con el nacimiento de dos crías, un macho y una hembra, de las que solo el macho logró sobrevivir.
El superviviente, al que los cuidadores han llamado Ukelele, se encuentra en la zona de cuarentena del Oceanogràfic, donde permanece bajo supervisión hasta que alcance el tamaño y peso adecuados para trasladarla a la guardería de Océanos, en el edificio de accesos.
Durante la primera fase de su desarrollo, Ukelele se alimentó de su vitelo, una reserva nutricional que le permite fortalecerse durante las primeras semanas de vida. Desde hace unos días, ya ha empezado a comer pequeñas raciones de boquerón y gamba.
El pez guitarra es una especie ovovivípara, lo que significa que las crías nacen completamente desarrolladas en el momento del parto. Durante el apareamiento, los machos muerden las aletas pectorales y el disco de las hembras, una conducta que había sido registrada en el Oceanogràfic en anteriores ocasiones, pero sin resultados de reproducción.
Gracias a este nacimiento se podrá seguir ampliando el conocimiento sobre una de las especies de peces más amenazadas a nivel global, solo superada por los peces sierra y los anfibios.