La Posidonia es una planta con flores que pertenece a la familia de las Posidoniaceas. Sus hojas largas y estrechas se extienden a lo largo del fondo agrupadas en fajos y se arraigan al fondo marino mediante rizomas. A diferencia de las algas, es una planta que se reproduce mediante la formación de frutos y semillas que son dispersadas por corrientes marinas.
De vida muy longeva, la planta puede vivir centenares de años y con un crecimiento muy lento, de aproximadamente unos centímetros el año. Algunas de ellas, y según la antigüedad pueden formar grandes estructuras de rizomas muertos y sedimentos del fondo, denominadas matas y muy similares al que forman los escollos de coral.
La Posidonia forma extensas praderas conocidas como bosques submarinos, capaces de albergar una alta biodiversidad de especies. Las praderas generan refugio para muchas especies, producen oxígeno diariamente, a la vez que atrapan el dióxido de carbono de la atmósfera (gas clave en el cambio climático) y crean toneladas de biomasa en el año.
Preservar la Posidonia del Mediterráneo
Las actividades antropogénicas y el calentamiento global son elementos muy dañinos para la conservación de estas plantas que no solo son endémicas del Mediterráneo sino que forman parte del sostén ecosistémico de toda la vida de este mar.
La Generalitat Valenciana ha promovido un frente común con Murcia, Andalucía y Baleares para proteger la Posidonia oceánica en el mar Mediterráneo y reforzar su crecimiento y desarrollo «gracias al conocimiento científico, la cooperación institucional y el compromiso social con la biodiversidad marina».
Así lo ha defendido este miércoles el conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, durante la jornada “Posidonia, el latido verde del mar que compartimos”, celebrada en València y organizado junto al Oceanogràfic y Redeia. La cita ha reunido a representantes institucionales, científicos, empresas y universidades con el objetivo de avanzar en una estrategia conjunta para la conservación de este ecosistema marino, según la Generalitat.
El conseller ha destacado que el encuentro “marca el inicio de una estrategia compartida para reforzar la conservación de este ecosistema» y ha recordado que la Ley de Protección y Ordenación de la Costa Valenciana, aprobada en mayo por Les Corts, contempla la conservación de fanerógamas marinas y establece un marco regulatorio para la preservación de la posidonia y la cymodocea.
Alianza de 4 gobiernos autonómicos del Mediterráneo
“Estas herramientas legislativas buscan compatibilizar el uso público de las playas con la función esencial que cumplen estas algas para proteger la costa de los temporales”, ha defendido. Martínez Mus ha destacado también el valor del carbono azul y ha afirmado que “la posidonia puede almacenar hasta cinco veces más carbono que los ecosistemas terrestres”.
En este sentido, ha anunciado el impulso del proyecto ‘Respira Posidonia’, que permite a las empresas reducir su huella de carbono desde el mar. Asimismo, ha explicado que, gracias a la Ley de Cambio Climático y su desarrollo normativo, se contemplan mecanismos voluntarios de compensación de emisiones mediante la participación en proyectos de conservación y recuperación de estos ecosistemas marinos.
Sobre las labores de control ambiental, ha ensalzado el nuevo Grupo Especial de Vigilancia Marina, “un dispositivo puesto en marcha esta legislatura con el objetivo de proteger las praderas marinas y la biodiversidad del litoral valenciano”. “Queremos ser un referente en conservación marina y para ello estamos dotando de herramientas legales, recursos técnicos y humanos a una política ambiental firme y ambiciosa”, ha concluido el conseller.
Adopción de medidas conjuntas
Por su parte, el consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor de la Región de Murcia, Juan María Vázquez, ha asegurado que “el mar Mediterráneo es una unidad ecológica continua que no entiende de fronteras administrativas«. «Por eso defendemos un frente común entre autonomías para compartir estrategias, intercambiar buenas prácticas y optar a financiación europea conjunta”, ha añadido.
Una opinión que han compartido el director general de Política Forestal de la Junta de Andalucía, Juan Ramón Pérez, y el jefe del departamento de Espacios Naturales del Govern de les Illes Balears, Jorge Enrique Moreno Pérez.
Por su parte, Fernando Crespo, jefe del departamento de Medio Ambiente de Red Eléctrica, ha explicado que “el impacto ambiental de un proyecto es directamente proporcional a su ubicación, por eso es importante el diseño de este, aunque posteriormente se apliquen otras muchas medidas”.
Las empresas, a su juicio, «deben apostar por un impacto neto positivo, dejando el ecosistema mejor de lo que lo encontraron antes de actuar”, y ha asegurado que “el éxito de la iniciativa del Bosque Marino se debe a su componente científico, el apoyo técnico cualificado en su ejecución, la divulgación de lo aprendido y la sensibilización: es muy importante la educación de los niños para que sean embajadores de la posidonia”. EFE / ECOticias.com


















